SANTIAGO, Chile, ago. 18, 2014.- El empresario chileno Max Marambio aseveró hoy, en un conversatorio sobre el fallecido escritor colombiano Gabriel García Márquez, que si hay algo que supera su obra es él mismo.
Al participar en la actividad "García Márquez, la literatura y la vida", organizada por la Embajada de México en Chile, Marambio dijo que el novelista "es una persona maravillosa, un ser humano espléndido y si hay algo que supera su obra es él mismo".
Confeso amigo de García Márquez, el empresario señaló que "él era mejor que todo y no voy a aceptar que nadie me lo discuta", y agregó: "su vida la hizo de fragmentos de afectos que fue pegando y creó un universo de afectos".
Comentó que "siempre era una persona muy disponible, que fue haciendo amigos. Gabo quería mucho a los chilenos", a muchos de los cuales conoció cuando partieron al exilio tras la llegada de la dictadura militar el 11 de septiembre de 1973.
Marambio relató varias anécdotas que vivió con García Márquez en su larga relación de amistad, algunas de ellas en Chile en 1990, tras el término de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y el inicio del gobierno del presidente Patricio Aylwin (1990-1994).
Una fue la visita del escritor colombiano a un restaurante en la costa chilena donde, pese a que estaba lleno, pasó desapercibido hasta la hora del café, cuando todos los comensales se pararon y lo ovacionaron.
Recordó que todas las personas que repletaban el restaurante lo esperaron a que almorzara tranquilo y degustara platos marinos, pero después estuvo una hora y media firmando libros a todos los que le pidieron una dedicatoria.
"Él no quería irse de Chile, tanto que estuvo más de un mes. Entre otras cosas, él le tenía terror a los aviones y cada vez que se subía a uno creía que se iba a acabar la vida", aseveró el empresario.
Indicó que en la década de 1960, tras ser despedido de su trabajo en Nueva York por la agencia cubana Prensa Latina, García Márquez se fue en autobús a México porque había cine, era el único país de América Latina que tenía actividad cinematográfica importante.
"Se fue a México a tratar de hacer cine, que fue su pasión evidente y en la cual no necesariamente tuvo demasiado éxito, porque nunca le fue tan bien en el cine como en la literatura", señaló Marambio en la actividad realizada en el Café Literario Parque Bustamante.
El embajador de México en Chile, Otto Granados Roldán, recordó por su parte su encuentro de 1991 con el premio Nobel de Literatura 1982, cuando éste lo invitó a desayunar a su casa en El Pedregal de San Ángel.
"En esos años yo estaba en el gabinete del presidente de México (Carlos Salinas de Gortari), y pensé que me hablaba para preguntarme de las reformas en México, precisó el diplomático mexicano.
Sin embargo, acotó, me hablaba para preguntarme cómo era el presidente desde el punto de vista psicológico, como que tenía una pasión y una observación de relojero, de entomólogo, para tratar de extraer como era la personalidad de los líderes políticos.
La ministra consejera de la embajada de Colombia en Chile, Marta Galindo, dijo en tanto que la vida de los colombianos cambia cuando leen Cien años de soledad y a través de la vida uno lo relee y descubre nuevas cosas, como la historia de Colombia y de América.
La periodista y escritora Ana María Larraín relató por su parte detalles de una entrevista que le realizó a García Márquez en Chile a principios de la década de 1990, la cual se extendió por más de medio día y que le permitió forjar una amistad con el escritor.
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