Vaticano revela preocupación por oleada de niños migrantes a EU

CIUDAD DEL VATICANO, jul. 9, 2014.- El canciller de la Pontificia Academia para las Ciencias Sociales, Marcelo Sánchez Sorondo, se mostró preocupado por el fenómeno de los niños que migran solos hacia Estados Unidos.

 

Antes de viajar a México, donde participará el próximo 14 de julio en un encuentro internacional sobre migración y desarrollo, el clérigo argentino alertó sobre el crecimiento exponencial del tráfico de personas y fenómenos vinculados, como el narcotráfico.

 

“En lugar de muros hay que construir puentes. A Estados Unidos le conviene tener a toda esta gente”, explicó al abordar el tema que aportará durante el congreso, que se celebrará en la sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

 

Sánchez Sorondo lamentó la “novedad importante” de la emergencia de los niños migrantes no acompañados que buscan llegar a Estados Unidos para reencontrarse con sus familias o para huir de ellas.

 

Convocado por la Presidencia de la República Mexicana y el Estado Vaticano, al encuentro asistirá también el “número dos” de la Santa Sede, el secretario de Estado, Pietro Parolin, quien estará en ese país el lunes y martes próximos.

 

Sánchez Sorondo calificó al tráfico de seres humanos como la “forma más espantosa de la explotación de las personas” y advirtió que el 80 por ciento de este fenómeno está dirigido a engrosar las filas de la prostitución.

 

Estableció que los más recientes informes de la Organización Mundial del Trabajo (OMT) indican una ganancia de 150 mil millones de dólares al año con este delito y unos 40 mil dólares al año per cápita que las prostitutas rinden a las organizaciones criminales.

 

“Los Estados tratan de no ver el problema o en ocasiones no tienen instrumentos para combatir porque no existen leyes internacionales claras. Por eso queremos decir que es un crimen contra la humanidad y así se podría combatir más eficazmente a los traficantes”, estableció.

 

“¿Cómo puede ser que existen unas 40 millones de personas en el mundo que sufren alguna forma moderna de esclavitud, sea con trabajos forzados, sea con prostitución o, todavía peor, con el tráfico de órganos de niños a los cuales dejan abandonados en la calle? Y esto es sólo la punta del iceberg”, añadió.

 

Recordó que El Vaticano creó hace unos meses el llamado “Grupo Santa Marta”, que reúne a los jefes de las policías de diversos países y que se reunirá dos veces al año para analizar cuáles son las mejores prácticas para capturar a los traficantes y recuperar a las víctimas.

 

“La idea es sacar el dinero a los traficantes y a los consumidores. Los países que más han vivido en el pasado la revolución sexual se han dado cuenta que eso no funciona. Entonces están tratando, empezando por Noruega, siguiendo por Suecia y Francia, de hacer leyes para multar a los consumidores”, indicó.

 

“Así se penaliza a los consumidores, que hacen el mercado. La revolución sexual se convirtió en una esclavitud sexual. Si eso no cambia adiós países, es una degradación total”, insistió.

 

Citó al papa Francisco, el cual, en una reciente entrevista, dijo que él no podía creer cuando supo de niñas pequeñas de 12 años que se prostituían en las calles de Buenos Aires y al informarse descubrió que los consumidores llegaban en autos de lujo.

 

Parafraseó al pontífice que calificó a estos hombres como unos “pederastas” y disparó contra los consumidores, quienes son tan responsables como los traficantes de estropear a los jóvenes, el futuro y sus propias familias.

 

La única forma de combatir este mal es sensibilizar a los países, que significa sensibilizar a la opinión pública, sensibilizar a los gobiernos es más difícil, ellos se remiten a quienes los votan y sólo les interesa el término corto de las elecciones”, explicó.

 

“Por eso nosotros pensamos que lo importante es sensibilizar a la opinión pública, para que sepa lo que pasa y se manifieste incluso públicamente, como se hace con el futbol y con otros temas”, mencionó.

 

“La opinión pública es lo que cuenta, porque la conforman quienes votan y quienes pagan. Hacen falta pantalones, no es sencillo pero las cosas pueden cambiar, nunca se sabe”, subrayó.

 

 

LLH