Líder norcoreano sorprende al aparecer cojeando en acto público

SEÚL, Corea del Sur, jul. 8, 2014.- El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, apareció este martes cojeando en la televisión estatal durante una ceremonia por el aniversario de la muerte de su abuelo y fundador, algo inusual ya que el régimen suele ocultar cualquier defecto físico de los miembros de la dinastía Kim.

Las imágenes de la KCTV mostraron cómo Kim entraba en una gran sala de conferencias con una visible cojera entre una gran ovación de varios centenares de altos funcionarios del Partido de los Trabajadores y el Ejército Popular, los respectivos brazos político y militar del Estado comunista.

Se desconoce el motivo de la cojera del líder, de 31 años, cuya salud ha sido objeto de numerosas especulaciones en los últimos meses por su sobrepeso unido a su hábito de fumar.

No se descarta, sin embargo, que se trate de una lesión transitoria, ya que Kim ha dirigido las pasadas semanas varios ejercicios militares en áreas rurales del país.

El acto en el que participó hoy el joven dirigente norcoreano es un homenaje a su abuelo y fundador de Corea del Norte, Kim Il-sung, de cuya muerte se conmemoran hoy 20 años y que aún a día de hoy es objeto de culto en el país.

Los expertos consideran un hecho excepcional que la televisión norcoreana haya retransmitido las imágenes, ya que los medios estatales del país comunista arrastran una larga tradición de ocultar cualquier defecto físico de sus líderes de la dinastía Kim.

En el caso del fundador, Kim Il-sung, tuvo un tumor inoperable en la parte trasera derecha del cuello desde la década de 1970 hasta su muerte en 1994, lo que llevó a los medios estatales norcoreanos a filmarle y fotografiarle siempre desde la parte delantera de modo que quedara oculta esa afección.

En el caso de Kim Jong-il, el fallecido padre del actual líder, el régimen siempre trató de cubrir en la medida de lo posible las evidentes secuelas que dejó en su brazo y pierna izquierdos la apoplejía que sufrió en 2008.

Los actos conmemorativos en Corea del Norte por el vigésimo aniversario de la muerte de su fundador, Kim Il-sung, comenzaron esta madrugada con el homenaje del actual líder Kim Jong-un a su abuelo en el Palacio de Kumsusan en Pyongyang, donde yacen los restos del llamado “presidente eterno” norcoreano.

 

El joven dirigente norcoreano acudió a este templo donde yace el cuerpo embalsamado de Kim Il-sung, según informó la agencia de noticias estatal KCNA, un acto habitual en las efemérides de los nacimientos y muertes de los fallecidos líderes de la dinastía Kim.

Kim Jong-un dedicó “las más humildes reverencias” a modo de tributo al cuerpo de su abuelo y también visitó el de su padre, Kim Jong-il, antes de recorrer las diversas salas en las que se exponen las reliquias de sus dos antecesores de esta peculiar dinastía comunista, relató la KCNA.

 

En los pasados días se multiplicaron las alabanzas al llamado “presidente eterno” en los medios de comunicación estatales de este país donde el poderoso aparato propagandístico del régimen se encarga de ensalzar constantemente a sus líderes.

Kim Il-sung, nacido en 1912, fundó el Estado comunista norcoreano en 1948 y lo lideró hasta su muerte, que tuvo lugar tal día como hoy en 1994.

Veinte años después de su muerte, en Corea del Norte todavía existe un extremo culto a la personalidad de su fundador, cuyas estatuas se erigen a lo largo de todo el país y su vida y enseñanzas se divulgan continuamente en los medios de comunicación, controlados por el Estado.

Además, todas las viviendas y locales en Corea del Norte han de ostentar cuadros con los retratos de Kim Il-sung y Kim Jong-il, cuyos rostros también ocupan las solapas de los ciudadanos en forma de pins.

 

AAE