MADRID, España, 23 jul. 2014.- Durante más de un mes Don Juan Carlos ha permanecido en un discreto segundo plano. El mismo 19 de Junio, fecha de la proclamación de Felipe VI como Rey, su padre salió al balcón principal del Palacio Real en una segunda fila, de manera poco relevante y muy pocos segundos. Con ello quiso lanzar el mensaje a los españoles de que su reinado había concluido y que ahora le tocaba a su hijo.
Durante este mes, el Rey emérito se ha dedicado a recuperar la agilidad en las caderas y ya se encuentra mucho mejor.
ESTADO DE ANIMO
Dicen los que rodean a Don Juan Carlos que se encuentra muy bien de ánimo, hay que recordar que el Rey estuvo muy presionado especialmente el último año. En Febrero su hija Cristina tuvo que pasar por los tribunales en calidad de imputada y alrededor de la corona se instaló cierto aire de supuestas corruptelas. Muchos decían que el Monarca se encontraba muy deprimido. Sin embargo, tras dejar el Trono, las personas más cercanas a Don Juan Carlos dicen que se encuentra muy bien de ánimo.
El Monarca emérito se encuentra en plena forma y según él está “para lo que mande el Rey Felipe VI”. En otras palabras, Don Juan Carlos es el más importante consejero del actual Monarca. Tiene todos los contactos a nivel internacional y posee un gran prestigio. Su hijo le está utilizando para que le ayude a destrabar todos los asuntos espinosos, tanto a nivel nacional como internacional.
Es muy probable que Don Juan Carlos asista a la toma de posesión, el mes que viene, del Presidente Santos en Colombia y para el Otoño ya hay previstas varias actividades aunque todavía no se han dado a conocer.
Don Felipe hace muy bien en contar con su padre que es quien conoce mejor que nadie las tripas del Estado español desde que nació, especialmente en los últimos 40 años. Don Juan Carlos no desaparece pero sí permanece en un discreto segundo plano.
Alberto Peláez
