NUEVA YORK, Estados Unidos, junio, 3, 2014.- La heroína se ha vuelto una epidemia en Estados Unidos. Una de cada 10 personas que consumen la droga mueren de sobredosis y en Nueva York, donde la incidencia es muy alta, las autoridades implementan un nuevo programa para salvar vidas.
“De sobredosis de heroína uno se muere así: deja de respirar. Y la naloxona es algo que hace que la gente vuelva a respirar”. Precisa Eric Schneiderman, procurador General de Nueva York.
La iniciativa consiste en entrenar a unos 20 mil agentes policiales para que puedan asistir medicamente a las personas sufriendo sobredosis, e inyectarles con una jeringa por los orificios de la nariz una dosis o dos del fármaco Naloxone que ayuda a revivirlas.
“Se puede usar más de una dosis. Si la persona que sufre la sobredosis no responde a la primera dosis, se puede intentar sin peligro una segunda dosis”. William Bratton, jefe de la Policía de Nueva York.
El objetivo del programa que emprende la Policía de Nueva York, a un costo de 1.1 millones de dólares.
Es que los policías actúen como paramédicos y que los adictos que salven se comprometan a rehabilitarse.
“El consumo de heroína es un problema creciente en la ciudad y lo que estamos proporcionando con fondos de confiscación. El uso irónico de dinero obtenido por la venta ilegal de drogas se usa ahora para salvarles la vida a los afligidos por la drogadicción”. Asegura William Bratton, jefe de la Policía de Nueva York.
A este fármaco se le conoce, también, como Narcan, la dosis cuesta 60 dólares y las autoridades la pusieron a prueba el año pasado en los suburbios de Nueva York, en Long Island, salvando más de 550 vidas.
HVI
