Muere alemán que atesoraba arte robado por los nazis

MADRID, España, 6 may. 2014.- El anciano alemán que guardaba en su apartamento de Múnich una extensa colección de obras de arte, entre ellas piezas arrebatadas por los nazis a los judíos durante el Holocausto, murió tras una operación de corazón, dijo el martes un portavoz.

              

El tesoro incalculable que Cornelius Gurlitt poseía en obras de artistas como Canaletto, Toulouse-Lautrec o Picasso, entre otros, y fue descubierto a inicios del 2012 por las autoridades alemanas, que comenzaron a investigar al hombre por delito fiscal tras sorprenderlo con una gran cantidad de dinero en efectivo en un control de rutina en un tren.

 

Cornelius Gurlitt tenía 81 años de edad y durante décadas guardó en su vivienda de Múnich un tesoro de centenares de obras de arte, que incluía piezas expoliadas por los nazis.

 

El fallecimiento se produjo este martes en Múnich, unas semanas después de conocerse un acuerdo alcanzado por sus representantes con el gobierno alemán y las autoridades bávaras para la inspección y eventual restitución de las piezas a sus legítimos propietarios.

 

Gurlitt era hijo del marchante de arte Hildebrandt Gurlitt, uno de los pocos que tuvieron autorización del régimen nazi para negociar con obras del así llamado “arte degenerado”, que habían sido retiradas de los museos alemanes.

 

El coleccionista se mantuvo durante años en un casi absoluto anonimato, viviendo entre Múnich y Salzburgo, hasta que su colección fue descubierta en el marco de unas investigaciones por posible evasión fiscal.

 

Las autoridades mantuvieron el hallazgo en secreto un año y tuvo que ser revelado al público gracias a una publicación de la revista Focus.

 

En noviembre de 2013, se empezaron a publicar en una plataforma de internet las obras de las que había sospecha que habían llegado a manos del padre de Gurlitt, después de que sus propietarios judíos fueran despojados por los nazis.

 

En febrero de este año hubo un segundo hallazgo en la casa de Gurlitt en Salzburgo, donde se encontraron otras 60 obras.

 

 

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