MADRID, España, 28 may. 2014.- Está demostrado. Vivimos en un mundo contradictorio donde un día triunfa una cosa al día siguiente la opuesta. Y para muestra un botón, como se diría en España.
Y es que cuando las mujeres se mostraban felices con la depilación láser, el gran invento del siglo XXI para combatir el vello en zonas indeseadas de nuestro cuerpo, surge una nueva tendencia.
Esta vez consiste en ponérselo. Es uno de los tratamientos estrella de las clínicas privadas: el microinjerto de pelo. Pero no en la cabeza, como la mayoría está pensando, no.
Triunfa el injerto de pelo en la barba para hacer un rostro más varonil, en el caso de los hombres. Y en el de las mujeres recurren a esta técnica para repoblar la zona del pubis. Aunque también se hacen de pestañas y cejas
Que se pasó con la depilación de la zona de las ingles, o simplemente ya no les gusta. No hay problema. La moda y la tendencia ahora es colocarse pelo allá donde no lo hay.
El procedimiento es casi un trabajo de chinos, ya que consiste en trasplantar folículo a folículo, para recrear un aspecto más natural y estético.
Lo primero es extirpar una tira de la nuca, que dejará una cicatriz imperceptible. De ahí salen unos 3,000 pelos que darán para cubrir la zona alopécica donde se realizarán microorificios de menos de 0.5 milímetros.
Lo suyo es que el pelo donante sea de características parecidas al pelo del área a tratar para obtener los mejores resultados.
El tratamiento cuesta entre 6,000 y 13,000 dólares dependiendo de la cantidad y de la zona.
Y una vez solucionado el problema del pelo, nos vamos con el de los pies. Cada vez gana más adeptas en España la cirugía para remodelar los pies y no sufrir con los tacones de aguja.
Se trata de una operación que surgió en Beverly Hills entre mujeres que necesitaban estos zapatos para proyectar confianza.
En lugar de que la solución pasara por adaptar el zapato, un podólogo, Ali Saedrieh lo hizo al revés. Comenzó a operar los pies para que pudieran adaptarse al zapato.
Pies de diseño para zapatos de diseño. Así tiene su clínica llena y aunque en España no ha llegado a tanto también se hacen operaciones para seguir calzando un tacón de infarto.
Las dos operaciones estrella son el acortamiento de ciertos metatarsianos, que por ser más largos de lo normal no se adaptan a los tacones altos. Y por otro lado, el estrechamiento del pie, sobretodo en casos en que es tan ancho que generan sobre cargas externas en el calzado.
Aunque los doctores y podólogos un poco más comedidos recomiendan fundamentalmente plantillas y ejercicios para evitar las operaciones.
En Madrid, Yolanda Fernández
