Calle Ocho, imán de turistas en Miami

FLORIDA, Estados Unidos, may. 6, 2014.- Otrora refugio de exiliados cubanos que añoraban el sabor y los sonidos de su tierra, la Pequeña Habana de Miami es hoy un mosaico de culturas y un destino turístico muy popular.

 

En la arteria principal, la Calle Ocho, abundan los negocios de puros, las galerías de arte y puestos de souvenirs que intentan recuperar la nostalgia de otros años.

 

En la Cuba Tobacco Cigar Factory, Luis Mator enrolla puros y su propietario, Pedro Bello, se sienta afuera del local, con gafas para sol y firma cajas, puro en mano. Cerca suyo, Pablo González Portilla golpea rítmicamente un par de bongós frente al negocio.

 

Turistas de Estados Unidos, América Latina y el resto del mundo llegan en grandes autobuses, posan para fotos junto a un colorido gallo, símbolo de la cultura cubana, toman café cubano y observan a gente mayor jugando al dominó en el vecino Parque Máximo Gómez.

 

Hay indicios, no obstante, de que el barrio está cambiando: murales frescos cubren parte de los edificios que alojan restaurantes colombianos y hondureños, que empiezan a mezclarse con los cubanos.

 

Es una mezcla que refleja la Cuba del pasado y los inmigrantes de hoy, un barrio y una historia únicos en Miami.

tfo