Pobladores renuentes a dejar sus casas en Colorado

COLORADO, Estados Unidos, sep. 14, 2013.- Mientras los rescatistas recorrían varios poblados afectados por las inundaciones en Colorado, emitieron una fuerte advertencia el sábado a cualquiera que esté pensando en quedarse: deben marcharse ahora o estar preparados para soportar varias semanas sin electricidad, agua, ni suministros básicos.

 

Helicópteros y caravanas de camiones de la Guardia Nacional llevaron la advertencia a comunidades paralizadas donde miles de vecinos trataban de salir de las laderas de las Montañas Rocosas. Pero no todos estaban dispuestos a marcharse. Decenas de vecinos de la aislada comunidad de Jamestown querían quedarse para vigilar sus viviendas.

   

Las autoridades dejaron claro a los vecinos que no querían marcharse que no podrían rescatarlos durante un buen tiempo.

  

“No estamos tratando de obligar a nadie a dejar su casa, pero sí les explicamos con toda claridad las consecuencias de su decisión. Esperamos que se marchen”, dijo Joe Pelle, jefe de la Policía del Condado Boulder.

   

Brian Shultz, maestro de 38 años, dijo que no estaba seguro si dejaría su casa en Jamestown.

  

“Estaba pensando en quedarme. Puedo sobrevivir por lo menos un año. Estoy muy capacitado en sobrevivir en condiciones difíciles”, dijo, agregando que probablemente tenía suficiente cerveza para todo ese tiempo.

   

Sentado afuera de un albergue improvisado en una escuela, Shultz mencionó la idea de regresar a la comunidad montañosa.

   

“Si regresamos, me sentaría y me dedicaría a vivir. Prefiero estar en nuestra casa que quedarme en casa de otra persona”, dijo.

   

Su esposa, Meagan Harrington, lo miró con una sonrisa irónica. Unos 10 de sus vecinos declinaron evacuar, dijo la mujer.

   

“Nos dijeron que no nos obligan, pero que es una advertencia fuerte”, agregó.

   

A Shultz se le aguaron los ojos tras sus gafas de sol cuando comparó su situación con la de sus vecinos.

   

“Al menos tenemos todas nuestras cosas y estarán allí cuando regresemos. Pero a los que viven junto al río las aguas les llevaron todo. Algunos pensaron que sus viviendas iban a resistir, pero entonces la corriente se las llevó. Es devastador”.

   

Al otro lado de las laderas, los rescatistas avanzaban hacia las zonas inundadas. Pero todavía no podían subir por muchos de los caminos que estaban bajo el agua o destruidos por las corrientes.

   

El sábado, el nivel de las aguas llegó a las planicies al este de las montañas, cortando más vías de comunicación a varias comunidades y la afectación de algunas operaciones de rescate.

   

Se ha confirmado la muerte de cuatro personas desde que las inundaciones comenzaron el miércoles. Y hay cientos de los que no se tienen noticias en las zonas inundadas, que ahora cubren aproximadamente un área casi del tamaño de Connecticut.

   

Algunas de esas personas pudieran estar varadas o lesionadas. Otros quizás lograron salir de la zona de peligro pero no han contactado a familiares o amigos, dijeron las autoridades.

   

La Policía espera encontrar más fallecidos cuando se conozca toda la extensión de los daños.

   

Una mujer estaba desaparecida y se presumía muerta después que varios testigos vieron cómo las aguas del río Big Thompson destrozaron su casa en Cedar Cove, dijo John Schulz, portavoz de la Policía del Condado Larimer.

   

“Espero seguir recibiendo información de personas desaparecidas y muertas en los próximos días”, dijo.

   

La Guardia Nacional envió más soldados y helicópteros para ayudar en las operaciones de búsqueda y rescate. Y se pronostican más lluvias.

   

Hasta el sábado por la noche se habían evacuado más de mil 200 personas en dos días, dijo el teniente coronel Mitch Utterback, de la Guardia Nacional.

   

Un helicóptero donde iba el gobernador John Hickenlooper en un recorrido por las zonas inundadas hizo una escala para recoger a cuatro personas varadas y sus dos mascotas. El gobernador informó en Twitter del rescate y su portavoz Eric Brown lo confirmó pero no ofreció ningún detalle.

   

El hijo de Terry Kishiyama alertó al helicóptero con su camisa después de esperar tres días por un vecino que vive en terrenos más elevados.

   

“Se escuchaban los helicópteros por todas partes, pero no sabía si estaban evacuando personas”, dijo Kishiyama.

   

Por encima de las planicies del Condado Larimer, los equipos de rescate planeaban volar tantas misiones como fuera posible hasta que las condiciones del tiempo se vuelvan a deteriorar. Los rescatistas estaban usando embarcaciones inflables para recoger familias y mascotas en fincas.

 

Algunos evacuados que iban a caballo fueron escoltados a terrenos más seguros.

 

BLR