El aullido de los lobos, para decir que extrañan

CIUDAD DE MÉXICO, México, ago. 26, 2013.- Los lobos desarrollan comportamientos humanos al estrechar sus lazos en las relaciones, entre más se apegan, más aúllan; y esta conducta aumenta si el lobo que abandona la manada tiene alto rango social.

 

Así lo descubrió un grupo de investigadores del Centro Científico sobre el Lobo en Austria. Según el estudio publicado en Current Biology, el aullido es un reflejo de la calidad de las relaciones entre los miembros de una manada. Los lobos aúllan más cuando un compañero al que aprecian o un miembro poderoso de la manada se aleja del grupo, posiblemente para seguir manteniendo el contacto.

 

Este comportamiento, además de demostrar la sociabilidad de la especie, demuestra su capacidad de producción vocal.

 

“Nuestros resultados sugieren que la relación social puede explicar más sobre la variación que vemos en los aullidos que el estrés o el estado emocional del lobo”, asegura Friederike Range, del Instituto de Investigación Messerli en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Viena.

 

El aullido de los lobos es un llanto por aquellos que han abandonado la manada. Por tanto no es un reflejo de la tensión, como se creía anteriormente, si no que muestra la calidad de sus relaciones. Los lobos también sienten apego y se echan de menos.

 

Este hallazgo supone un avance en el estudio de que los animales utilizan su producción vocal de forma voluntaria. “Esto sugiere que los lobos, en cierta medida, pueden ser capaces de utilizar sus vocalizaciones de una manera flexible”, agrega.

 

En el Centro de Ciencias del Lobo, los trabajadores suelen sacar a pasear a los lobos con correa de uno en uno y, en esas ocasiones, los compañeros de manada que se quedan sin salir, aúllan. Para entender mejor por qué, los expertos midieron los niveles de la hormona del estrés de los lobos y recogieron información sobre el estado dominante de los lobos de la manada y sus compañeros preferidos.

 

Los trabajadores del centro grabaron las reacciones de cada uno de los miembros de la manada durante los largos paseos. Estas observaciones mostraron que los lobos aúllan más cuando un lobo que tiene una buena relación deja el grupo y cuando ese individuo es de alto rango social, resultados en la cantidad de los aullidos que no se corresponden con los niveles más altos de la hormona del estrés cortisol.

 

TFO