CIUDAD DE MEXICO, México, 20 May. 2015.- entre los niños asesinos más famoso de la historia figuran “El asesino del veneno”, Graham Young, 14 años, Inglaterra
Desde niño Graham Young estaba fascinado por la química y los efectos de las sustancias en el cuerpo humano, además de idolatrar asesinos. Young empezó a experimentar con sustancias cuando tenía 14 años y para comprarlas decía que eran para un experimento de la escuela. Sus víctimas fueron sus familiares y sus amigos. Repentinamente su padre enfermó y pensó que se trataba de un virus. Después, la misma enfermedad atacó a su madrastra y hermana. Los tres sufrían de diarrea, vómitos y dolores corporales continuos. En 1962, la madrastra de Young murió por envenenamiento. A los 14 años, Young ya sabía sobre química más que un licenciado universitario, todo aprendido por sí mismo en libros de la biblioteca. A veces, su propio veneno le afectaba a él, cuando se olvidaba en cuales alimentos lo había puesto y en cuáles no. Young fue descubierto por un profesor que inspeccionó su locker tras un día de case sospechando por la actitud del muchacho que realizaba extraños experimentos químicos. El profesor encontró botellas con veneno, artículos sobre prisioneros famosos por asesinato y bocetos de dibujos de personas moribundas. Ante tal descubrimiento llamó a la policía. Young fue enviado a un hospital mental de máxima seguridad, pero eso no le detuvo para seguir probando sus venenos en el personal del hospital y sus compañeros internos, uno de los cuales murió intoxicado. Su conocimiento era tan extenso que podía extraer cianuro de hojas de laurel. Young fue puesto en libertad a los 23 años, su hermana le acogió en casa. Su obsesión por el veneno continuó, ahora, sus víctimas eran compañeros de trabajo. Young fue posteriormente mandado a prisión al ser detenido en posesión de antimonio, talio y aconitina, donde murió de un infarto años más tarde.
“Bullying”, Eric Smith, 13 años, EEUU.
A sus 13 años, Eric Smith sufría acoso escolar debido a sus gafas, pecas, pelo rojo y orejas. Se piensa que estos rasgos podrían ser un efecto secundario de la medicina que su madre tomaba para la epilepsia estando embarazada. Smith fue culpado del asesinato de un niño de 4 años llamado Derrick Robie. El pequeño fue estrangulado, golpeado en la cabeza con rocas de gran tamaño y sodomizado con un palo. Cuando le preguntaron por qué lo hizo, Smith no pudo dar una respuesta definitiva. Un psiquiatra diagnosticó a Smith con trastorno explosivo intermitente, una condición en la que la persona no puede controlar su propia rabia. Smith fue juzgado como adulto y fue a prisión. Eric Smith sigue preso y le ha sido denegada la libertad condicional 5 veces, la última vez en el año 2011.
“El Fraticida”, Cristian Fernandez, 12 años, EEUU
Su madre fue violada y embarazada a los 12 años, su padrastro se suicidó frente a él y en 2001 con sólo dos años fue noticia al ser encontrado corriendo desnudo. A los seis años mató a un gato porque lo arañó. Su abuela era alcohólica. La principal evidencia para sentenciarlo a cadena perpetua fue la muerte de su hermano de dos años. La tarde del 14 de marzo de 2011, Biannela Marie salió de su casa y dejó a Cristian, el mayor de sus hijos, a cargo del cuidado de sus hermanos. Cuando regresó por la noche, se encontró al más pequeño, de dos años, inconsciente sangrando por la nariz y los oídos. Cristian le dijo que se había “caído de la cama”. Biannela le limpió y lo volvió a acostar. Entonces se puso a navegar por internet buscando información sobre famosos, descargando música y realizando algunas operaciones bancarias. Sólo dos horas después de volver a casa, y tras comprobar que su bebé no reaccionaba, buscó también en internet los síntomas que presenta una persona “con un golpe en la cabeza”. En ese momento, asustada, avisó al 911. Susana reveló a la policía que dos semanas antes, jugando luchas, Cristian le había roto una pierna al niño. El forense dijo que David pudo sobrevivir si lo hubieran llevado antes a un hospital y por eso ella fue acusada de homicidio agravado, se declaró culpable y podría pasar hasta 30 años en prisión. Cristian fue acusado de asesinato en primer grado. A esto se agregó otra acusación, cuando su medio hermano de cinco años le dijo a un psiquiatra que Fernández abusó sexualmente de él.
“La masacre de Jonesboro, Arkansas”, Mitchell Johnson y Andrew Golden, 11 y 13 años, EEUU
Año de 1998 en Jonesboro, Arkansas, Estados Unidos: Mitchell Johnson y Andrew Golden de 11 y 13 años, atacaron su escuela Westside Middle School el 24 de marzo. Lo hicieron por el desaire que una de sus compañeras le hizo a Mitchell al despreciarlo cuando le pidió que fuera su novia. Él y su primo Andrew tomaron las armas de sus padres, cientos de municiones y se vistieron con uniformes militares de camuflaje. Mataron a cuatro alumnas y a una maestra, además de herir a otras diez personas antes de ser sometidos por la policía. Fueron condenados a prisión y quedaron libres al cumplir dieciocho años.
“Celos”, Jordan Brown, 11 años, EEUU
Jordan Brown, un niño de 11 años tomó la escopeta de su padre en Wampum, asesinó a su madrastra embarazada y luego, como si nada hubiera pasado, abordó un autobús rumbo a su colegio. Los medios locales atribuyeron el crimen a algunos miembros de la familia Brown por celos, pero una hermanastra de 4 años de Jordan le dijo a un leñador de la granja que su madre estaba muerta. Este, tras verificarlo, dio parte a la policía que averiguó que al autor fue Jordan. Otra hermanastra de 7 años, lo delató a la policía. Todavía no se decide si será sentenciado a cadena perpetua o a 50 años de cárcel.
“Nevada Tan”, Natsumi Tsuji, 11 años, Japón
Es una estudiante japonesa que asesinó a una compañera en 2004. “Nevada-tan”, conocida así por la sudadera que utilizó el día del asesinato, tenía por aquel entonces 11 años y su víctima 12. El homicidio tuvo lugar el 1 de enero de 2004 en una escuela primaria de Sasebo, Nagasaki. La garganta y los brazos de la víctima habían sido cortados con un cúter. La agresora fue trasladada en septiembre de 2004 desde el reformatorio en el que se encontraba a la prisión de Ujiie, en la Prefectura de Tochigi. La institución es la única prisión de mujeres en todo Japón en la que las reclusas pueden ser puestas en régimen de aislamiento. Nevada Chan, cumplió condena hasta 2013 por su asesinato. Su crimen hizo que la justicia japonesa se replanteara varias leyes concernientes a delitos cometidos por niños y adolescentes. El día del homicidio, Natsumi llevó a su amiga Satomi a una sala vacía, donde le vendó los ojos como si se tratase de un juego. Tomó un cúter y la degolló. La niña quedó agonizando, tirada en el suelo del salón de clases, desangrándose. Luego, Natsumi caminó hasta su aula y entró con la ropa llena de sangre. Su maestro encontró el cadáver de Satomi y llamó a la policía.
“El niño sicario”, El Ponchis, 11 años, México
Aunque parezca increíble, lideraba a un grupo de asesinos que trabajan para el Cártel de Pacífico. “El Ponchis”, que tenía la costumbre de filmar y fotografiar los homicidios que cometía y publicarlos en Internet, es considerado uno de los asesinos más sádicos y sangrientos del cártel. “El Pochis” trabaja bajo las ordenes de Julio Jesús Radilla. Su principal función es acabar con los enemigos de Radilla. Los torturaba, los degollaba y dejaba los cuerpos tirados en las carreteras a las afueras del municipio de Jiutepec, en la ciudad de Cuernavaca. Al momento de su detención en su intento fallido de huida, “El Ponchis” estaba acompañado por su hermana Elizabeth de 19 años. Actualmente, tanto Elizabeth como su otra hermana mayor Lina están recluidas en el penal de Atlacholoaya purgando condenas por delitos federales. El Ponchis, detenido en 2010 a los 14 años quedó libre a siete días de cumplir una condena de tres años en un centro de menores por homicidio, posesión ilegal de drogas, portación de arma de uso exclusivo del Ejército y asociación delictuosa. El 26 de noviembre de 2013 fue deportado a San Diego, California, de donde era originario. El Ponchis está libre.
“La Asesina de la M”, Mary Bell, 10 años, Inglaterra
Fue encarcelada por estrangular a un niño pequeño llamado Martin Brown el 25 de mayo de 1968, el día anterior a cumplir 11 años. Por lo que se sabe, estaba sola al momento del asesinato. La policía de Newcastle desestimó el incidente por lo que ella y su amiga Norma Bell no fueron investigadas. Pero dos meses después, el 31 de julio, las dos cometieron un nuevo asesinato por estrangulación, el del bebé Brian Howe de sólo tres años. Los informes de la Policía concluyeron que Mary Bell volvió al lugar del primer crimen con una navaja para escribir una “M” en el estómago del niño. Mary Bell también usó un par de tijeras para cortar partes del cabello de Brian además de mutilar sus genitales. Las niñas eran muy jóvenes y sus testimonios se contradijeron por lo que nunca se supo realmente lo que sucedió. En principio la muerte de Martin Brown fue declarada como accidente, ya que no había pruebas de un homicidio. Sin embargo, la muerte fue vinculada con el asesinato de Brian Howe y finalmente en agosto de ese año, las dos niñas fueron detenidas y acusadas de dos cargos de asesinato en segundo grado.
“Los asesinos de Liverpool”, Jon Venables y Robert Thompson, 10 años de edad, Inglaterra
Tenían diez años cuando cometieron uno de los crímenes más aberrantes en la historia del Reino Unido, por la corta edad de los autores y la saña con que torturaron a su víctima antes de matarla. La mañana del 12 de febrero de 1993 ambos faltaron a la escuela y fueron a un centro comercial de Bootle, en Merseyside, donde su víctima, James Bulger, jugaba frente a la carnicería a la que entró Denise, su madre. Thompson y Venables le agarraron la mano al niño de sólo tres años y se lo llevaron. La madre lanzó la alarma de inmediato, pero ya era tarde: James se había alejado con sus asesinos por una salida secundaria, como mostraron las cámaras de un circuito cerrado. Fue el comienzo de una larga agonía. Cuando llegaron a una vía de tren del paraje de Walton, Thompson y Venables no mostraron piedad alguna. Primero le arrojaron ladrillos encima al pequeño, luego lo golpearon repetidas veces con una barra de metal. Thompson le dio una patada tan fuerte en la cara que le dejó la huella marcada. Finalmente le quitaron los pantalones y los pañales y lo torturaron con baterías eléctricas. El cadáver del niño fue hallado el 16 de febrero partido en dos por el tren, tras cuatro días de búsqueda. Thompson y Venables fueron juzgados como adultos por decisión expresa del gobierno y sentenciados a cárcel hasta cumplir 18 años cuando quedaron libres. Jon volvió a prisión por posesión de cocaína y pornografía infantil en su computadora.
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