UNAM estudia biodiversidad en profundidades del Golfo de México

CIUDAD DE MÉXICO, México, abr. 25, 2015.- El buque universitario Justo Sierra se detiene en una estación de muestreo en el Golfo de México y registra lo inverosímil, producto de una acción anónima. Sus redes de arrastre encuentran a más de medio kilómetro de profundidad un tenis del número 26 y medio. ¿Basura citadina en aguas profundas?, sí, asintió Adolfo Gracia Gasca, investigador del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) y coordinador del Consejo Académico de Ciencias Biológicas, Químicas y de la Salud de la UNAM.

Muchos de los drenajes se conectan con los ríos, entonces la basura que se genera en las zonas terrestres va a parar a los océanos y ya impacta al mar profundo. Por ejemplo, "hemos encontrado percebes (crustáceos que se fijan a sustratos duros) a grandes profundidades sobre botellas de cerveza, porque se adhieren a cualquier superficie con el fin de sobrevivir".

Así se forman basureros en el fondo marino y el riesgo es que pueden afectar a organismos que son muy susceptibles, como los corales de aguas frías, que crecen entre uno o dos milímetros al año y se pueden destruir en un segundo, señaló.

El universitario y su equipo han estudiado en forma sistemática la biodiversidad del mar profundo del Golfo de México en el talud continental, entre 300 y mil 200 metros de profundidad, donde han obtenido muestras de mega invertebrados, peces y otros organismos, desde la frontera con Estados Unidos hasta el Mar Caribe.

Los esfuerzos realizados por este grupo han conformado un acervo único de la biodiversidad de fondos suaves de esas aguas. Además, los estudios se complementan con investigaciones anteriores realizadas también por el equipo de investigación en zonas más someras de la plataforma continental.

"Hemos analizado peces, equinodermos, moluscos y crustáceos, incluso se han descubierto recursos pesqueros potenciales; esto es parte del proyecto Biodiversidad y recursos pesqueros de mar profundo del Golfo de México; de hecho, como hemos cubierto de forma exploratoria todo el Golfo, ahora avanzamos a otra etapa, la de entender e interpretar los procesos ecológicos", dijo.

Por estas exploraciones han podido registrar 140 especies de peces, 110 de equinodermos, 112 de crustáceos y 40 de moluscos. Asimismo, han descubierto cuatro nuevas especies y dos géneros nuevos para la ciencia de crustáceos, además de enriquecer la Colección Nacional de Equinodermos del ICMyL, la Colección Nacional de Peces del Instituto de Biología y la de la Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa.

Continuamos con el proyecto, pero nuestra indagación ya no es sólo con fines de exploración, pues se enfoca a dar respuesta a interrogantes sobre la ecología de este ecosistema. El mar profundo es un entorno frágil y complejo que requiere de conocimiento preciso de su estructura y funcionamiento para su posible utilización y conservación, más ahora que existe un interés claro en emplear sus recursos, principalmente los energéticos. Por ello, este tipo de proyectos propiciados y apoyados por la UNAM resultan de la mayor relevancia y pertinencia, apuntó

Justo Sierra

Desde 1983, la plataforma oceanográfica B/O Justo Sierra, con base en el puerto de Tuxpan, Veracruz, ha navegado en las aguas del Golfo de México donde realiza investigaciones universitarias, por lo que su apoyo ha sido esencial; ha marcado un parteaguas en la investigación oceanográfica del país y ha permitido estudiar no sólo la plataforma continental que llega hasta una profundidad de 200 metros, sino cubrir su profundidad máxima, que alcanza más de tres mil 900 metros, indicó el universitario.

"Con el equipo científico de tecnología de punta que posee el buque, hemos detectado zonas de corales fríos en varias zonas del Golfo de México, entre 600 y 900 metros de profundidad. Sus capacidades han permitido estas investigaciones y son esenciales para otros dos grandes proyectos a mi cargo -que tienen participantes nacionales e internacionales-, enfocados al estudio de los procesos de respuesta del ecosistema del Golfo ante impactos de contaminación".

Respecto a los recursos pesqueros potenciales recién descubiertos en el Golfo de México, Adolfo Gracia subrayó que la mayor parte de la pesca en los fondos marinos del país se realiza en zonas costeras, no más allá de 100 metros de profundidad; sin embargo, el 90 por ciento del espacio oceánico es mar profundo, por lo que esta contribución de la UNAM es importante, ya que puede coadyuvar a la seguridad alimentaria del país.

BLR