Entre un rancho y una cueva, los últimos días de ‘La Tuta’

Con la detención de Servando Gómez La Tuta, la Policía Federal cerró un ciclo de trabajo que inició el 13 de julio de 2009, cuando aparecieron 12 cuerpos de policías federales en el kilómetro 187.5 de la carretera 120 que va de Nueva Italia a Lázaro Cárdenas, en el tramo conocido como Camino a las Cañas.

 

“Es muy significativo venir aquí a cerrar un ciclo. Es simbólico hoy venir aquí, acordarnos de nuestros compañeros a decirles cumplimos con ellos, con sus familias, con la Policía Federal, cumplimos con los michoacanos, cumplimos con el país”, explicó Enrique Galindo, comisionado general de la Policía Federal.

 

La mañana de este domingo, tres helicópteros blackhawk y dos mil 17 elementos de la Policía Federal, llegaron hasta el kilómetro 188 de la carretera 120 en donde realizaron una ceremonia al pie de una cruz, en donde fueron hallados los cuerpos de sus 12 compañeros.

 

Tras guardar un minuto de silencio, los policías federales entonaron su himno.

 

Después volamos hasta uno de los últimos refugios de Servando Gómez, al que sólo se puede llegar por una brecha, en un trayecto de tres horas, lugar en el que durante más de un año, 3 mil elementos del Ejército, de la Marina y de la Policía Federal, trabajaron para encontrarlo.

 

“En bases de operaciones hicimos un gran cerco en toda la sierra, donde avanzamos todos los días, ocupábamos comunidades, ranchos, hablando con la gente, convenciéndolos de que él era un criminal, nosotros la autoridad. A pesar de que era un criminal, con poder, aquí pasó sus últimos meses, escondiéndose, huyendo de la justicia. Desde aquí tenía prácticamente el control de toda su organización”.

 

Este es el Rancho La Cucha, una de tantas propiedades de Servando Gómez, alias ‘La Tuta, ex líder de Los Caballeros Templarios, está en una zona de difícil acceso, enclavada en la Sierra de Aguililla, que es parte de la Sierra Madre del Sur, en el estado de Michoacán, lo invito a ver como luce esta propiedad que durante años fue el sitio de recreo y de reunión de delincuentes que operaban en esta zona, encabezados por Servando Gómez, en el lugar, que hoy está abandonado, todavía hay algunos objetos de uso doméstico como esta lavadora, ropa, trastes sucios, y esta construcción, donde dormían estas personas, es de concreto, está techada con lámina galvanizada y es parte de una estructura de metal, hay una mesa, en el exterior, que ahora le vamos a mostrar, en donde aún permanecen objetos de uso cotidiano, como frijol, harina para preparar tortillas, azúcar, y algunos objetos de uso cotidiano y vamos a ver como luce la cocina de este inmueble, se ve todo en desorden, algunas ollas, algunos trastes, y esto da cuenta de que no es una construcción donde había objetos lujosos, no hay absolutamente que se pueda considerar de este tipo, le voy a pedir a Jorge Ortega que nos muestre, una cama, aquí dentro de la cocina, en donde estas personas también dormían, tiene un mosquitero y vamos a seguir observando como es este inmueble que durante años fue sitio de reunión de los Caballeros Templarios, aquí se realizaban Jaripeos, aquí se organizaban y es muy difícil llegar, estamos a aproximadamente a 40 kilómetros al sur-oeste de la Ciudad de Apatzingán , en esa ciudad era donde se reunían, en donde gastaban todo el dinero que extorsionaban y aquí venían a descansar, esto, de acuerdo a trabajos de inteligencia de Policía Federal, esta es una de las recámaras, observará usted que todo está en desorden, hay ropa tirada, también hay algunas cobijas donde dormían estas personas.

 

Después, volamos hasta una de las cuevas que sirvió como casa de seguridad para los delincuentes.

 

La cueva está ubicada en la sierra madre del sur, en los límites de los municipios de Arteaga y Tumbiscatío, a tres horas de Apatzingán.

 

En la entrada, los delincuentes colocaron una puerta de fierro con protecciones de varillas de acero de 3/8 de pulgada.

 

Para entrar a esta cueva, hay que hacerlo en cuclillas, en ocasiones arrastrándose, en esta oquedad de aproximadamente unos 300 metros, se observan vasos, basura, rastros de que la gente estuvo en algún momento aquí, estos delincuentes, que de acuerdo a los trabajos de inteligencia de la policía Federal, ocupaban esta cueva para ocultarse y también para mantener gente secuestrada.

 

Las propiedades de Servando Gómez y las cuevas están vigiladas por la Policía Federal.

 

Para la sociedad michoacana, sobre todo para los habitantes de Tierra Caliente, zona en donde tenían mayor presencia los Templarios, la batalla ha terminado.

 

“De verdad estamos contentos, complacidos, precisamente hoy, en mi municipio tenemos una fiesta de alegría de la detención de este capo, de verdad estamos muy a gusto, muy contentos por esta situación y quiero decirles, que Michoacán ya está tranquilo. Todos ya nos dedicamos a nuestro trabajo, a nuestras actividades cotidianas y estamos muy contentos”, concluyó Estanislao Beltrán, policía de la Fuerza Rural.

 

AGHO