La vecindad del chavo

CIUDAD DE MÉXICO, nov. 2014.- Nadie conoce hasta ahora, su nombre verdadero. Sólo él lo sabe. Y cada que ha querido revelarlo, en ese preciso momento, sin querer queriendo, alguien lo interrumpe. Por eso, todos los conocemos como “El chavo”.

 

Lo conocimos el 20 de junio de 1971. El día del primer capítulo de la serie “El chavo del 8”. Aunque don Ramón contaría más tarde que la historia inició unos años antes, cuando el chavo tenía cuatro años de edad.

 

Desde aquel momento el chavo vivió en la vecindad. Fue, de hecho, don Ramón quien le hizo su primer regalo. Unos viejos zapatos negros.

 

Huérfano, muy pobre, pero con una gran imaginación. Entusiasta, torpe, inocente, algo distraído y con un gran corazón. Ése era el chavo del 8.

 

Eterno hambriento, su debilidad siempre fueron las tortas de jamón.

 

Se dice que una anciana lo cuidaba hasta el día de su muerte en el departamento número 8 y al quedar sin casa, tomó el barril como su hogar.

 

Cuatro años después, a la edad de 8 años, comienzan las travesuras que lo hacen famoso entre sus vecinos.

 

Don Ramón es el personaje secundario de la historia. Un hombre que vive en el departamento 72 y que comparte su vida con su única hija, la Chilindrina.

 

Siempre debe la renta, pero “ron damón”, como lo llama el chavo, ha sido como el padre del chavo, quien sin querer queriendo, golpea u ocasiona algo para que culpen a don Ramón de algo que no hizo.

 

La Chilindrina, en cambio, es la niña lista de la vecindad, que aprovechaba su ingenio para manipular cualquier situación a su favor. Tampoco se conoce su nombre verdadero, pero lo que sí sabemos es que es realmente escandalosa.

 

Quico es la contraparte del chavo. Es el niño consentido, sobreprotegido por su mamá, doña Florinda. Entre los dos le hacen la vida imposible a don Ramón, quien siempre tiene que pagar los platos rotos del chavo.

 

Federico es su verdadero nombre, y su juguete favorito es una pelota grande, aunque sueña que algún día pueda tener una pelota cuadrada. Él prefiere que le digan quico.

 

Doña Florinda es una mujer viuda, esposa de un marinero que murió en el cumplimiento de su deber. De carácter difícil, que aprendió a vivir con la chusma. A pesar de su mal carácter, no disimula su amor por el profesor Jirafales, maestro de la escuela, quien está enamorado de doña Florinda, a quien visita en la vecindad. Siempre le lleva un ramo de rosas, que casi siempre terminan marchitas.

 

Otro personaje importante de la historia es doña Clotilde, a quien los niños de la vecindad la llaman “la bruja del 71”. Ella está enamorada de don Ramón, pero él no le hace caso.

 

El señor Barriga, Zenón Barriga y Pesado es el dueño de la vecindad. No tiene mucha suerte, ya que casi siempre que llega a la vecindad es recibido con un golpe proveniente del chavo, quien le hace ver su suerte, sin querer queriendo.

 

Es papá de Ñoño, un niño estudioso y aplicado, quien por su gordura, recibe muchas burlas de los otros niños, aunque el más bien se defiende a “panzasos”.

 

La Popis es la sobrina de doña Florinda y por ende, prima de Quico. Y aunque casi nadie lo sabe, la Popis está enamorada de Ñoño, inclusive han llegado a ser novios.

 

La historia de la vecindad del chavo del 8 es la única que ha trascendido la pantalla de la televisión, ya que es la única serie de Roberto Gómez Bolaños, que se mantiene vigente. Ha sido caricaturizada como “el chavo animado”, un programa que ahora hace reír a las nuevas generaciones.

 

AAE