Así fue la pesadilla de los cuatro mexicanos en Brasil

CIUDAD DE MÉXICO, México, nov. 26, 2014.-Luego de permanecer retenidos en la ciudad de Fortaleza, Brasil,  los cuatro mexicanos que fueron detenidos durante el Mundial de Futbol, acusados del delito de lesión, recibieron sentencia.

 

Rafael Miguel Medina Pederzini, Sergio Israel Eguren Cornejo, Ángel Rimak Eguren Cornejo y Mateo Codinas Velten fueron sentenciados el lunes 24 de noviembre, pero hasta hoy se conoció el veredicto.

 

Mateo Codinas Velten y Rafael Miguel Medina Pederzini fueron absueltos.

Ángel Rimak Eguren Cornejo fue sentenciado a un año de cárcel.

Sergio Israel Eguren Cornejo fue sentenciado a seis meses de cárcel.

 

Sin embargo, los dos último podrán evitar la cárcel ya que sus penas fueron conmutadas por el pago de 3.300 dólares y 2,200 dólares respectivamente, los cuales serán donados a una institución de caridad.

 

Los cuatro jóvenes, fanáticos del futbol, llegaron a Brasil para acompañar a la Selección Mexicana durante el Mundial. Vivieron intensamente los partidos de la primera etapa.

 

Los octavos de final los llevaron a la ciudad de Fortaleza, en el estado brasileño de Ceara, donde México jugó contra Holanda y fue eliminado de la justa mundialista.

 

Con el sinsabor de la  derrota, el grupo de mexicanos abordó un taxi  y en ese momento, el 29 de junio,  comenzó su pesadilla.

 

Los cuatro mexicanos fueron detenidos por la Policía Militar luego de ser acusados de tocar a una mujer brasileña y golpear a la pareja de ésta y otro acompañante que intentaron defenderla.

 

Al momento de los hechos, Rafael Medina Pederzini era director general de Gabinete de la delegación Benito Juárez de la Ciudad de México y Sergio Eguren Cornejo era director general de Desarrollo Delegacional; ambos funcionarios fueron despedidos por el jefe delegacional.

 

Los cuatro amigos permanecieron presos en una cárcel de Fortaleza cerca de 50 días; el 18 de agosto lograron recuperar su libertad bajo caución. Sin embargo, el juez les ordenó no abandonar Brasil.

 

Libres, rentaron un lujoso departamento en el piso 16 del edificio Terrazas del Atlántico, frente a la playa Irasema, muy parecida a la playa de Copacabana de Río de Janeiro.

 

Podían salir de las 6 de la mañana y debían retornar a las 7:30 de la noche. No podían acudir a locales públicos, ni consumir alcohol, ni siquiera en el departamento. Debían ir a firmar el libro de procesados dos veces por semana.

 

Fueron juzgados en la Segunda Sala Criminal que conduce el magistrado Antonio José de Noroes Ramos.

 

El 22 de agosto fue su primera audiencia. Comparecieron ante el juez los cuatro mexicanos acusados, los tres agraviados, los testigos brasileños y dos efectivos de la Policía Militar que intervinieron tras los incidentes.

 

Las partes, acusados y agraviados, se carearon frente a frente.

 

El abogado defensor de los agraviados, Daniel Maia, pidió incluir en la acusación el delito de intento de homicidio. Dijo que si la Policía Militar no hubiera intervenido los mexicanos habrían matado a golpes a sus defendidos.

 

La prensa brasileña siguió con mucho interés este caso y adelantó que podría darse una condena ejemplar, que iría desde cinco años (si son condenados por lesión corporal) a 20 años, si el tribunal estimaba que hubo tentativa de homicidio.

 

Peritos judiciales señalaron que el juicio podría demorar unos 6 meses, pero la sentencia llegó antes, a los tres meses de iniciar el proceso judicial y cinco, desde aquel  fatídico 29 de junio, cuando México perdió ante Holanda y ellos su libertad.

 

 

CPS