El entrañable ‘Doctor Chapatín’

CIUDAD DE MÉXICO, México, nov. 2014.- Entrañable, tierno, pequeño, pero al mismo tiempo genioso, el “doctor Chapatín” fue uno de los personajes que estaban cerca del corazón de Roberto Gómez Bolaños.

 

La palabra chapatín proviene de la literatura francesa. Alfonso Daudet escribió “Chapatín, el asesino de leones”, una obra de humor que influyó en Gómez Bolaños.

 

Este singular médico con su inseparable bolsa de papel, surgió en 1968, con “Los supergenios de la mesa cuadrada”, programa que vería nacer a otros personajes.

 

Otros no lograron la vitalidad del “Doctor Chapatín”, quien siempre enfundado en un abrigo y gruesa bufanda logró conquistar al teleauditorio.

 

Inicialmente, en ese año 1968, el personaje recibió el nombre de “Chespirito Chapatín”, pero después derivó al que sería definitivo y que la gente registraría con gusto: “Doctor Chapatín”. En principio sólo respondía a las cartas que el programa recibía. Después amplió sus participaciones.

 

Era un médico algo diferente. Sus diagnósticos hacían morir, pero de risa. Y sus reacciones a veces eran exageradas.

 

El “Doctor Chapatín” tenía en lugar de maletín una misteriosa bolsa de papel en la mano, que apretaba con fuerza y con la que enfatizaba sus palabras.

 

Después de “Los supergenios de la mesa cuadrada”, el “Doctor Chapatín” pasó al programa “Chespirito”, ya con su nombre definitivo. Después, sería invitado especial en “El chapulín colorado” y “El chavo del 8”. Roberto Gómez Bolaños se multiplicaba a cuadro.

 

Por su edad, el “Doctor Chapatín” era medio genioso, pero al mismo tiempo podía ser tierno. En otras ocasiones era verdaderamente cínico

 

Una de sus frases clásicas: “me da cosa”.

 

El consultorio del “Doctor Chapatín” era un universo interesante, con un esqueleto y muchos libros, al mejor estilo de otras épocas.

 

 

Su figura queda como entrañable y cercana.

 

AAE