‘Chespirito’, el ingenioso escritor

CIUDAD DE MÉXICO, México, nov. 28, 2014.-Una de las grandes pasiones de Roberto Gómez Bolaños, Chespirio, fue escribir.

 

Tuvo muchas actividades previas, practicó el boxeo e incluso se recibió de ingeniero; pero pudo más su inclinación por las artes, en parte por herencia paterna ya que el señor Francisco Gómez Linares era pintor.

 

Muy joven incursionó en el cine  y fue el director Agustín P. Delgado quien al ver su facilidad para escribir le puso “Chespirito”, diminutivo un tanto festivo de Shakespeare, el escritor inglés del siglo XVI.

 

Gómez Bolaños tenía facilidad para plasmar ingeniosamente situaciones, enredos, equivocaciones y desarrollaba historias sin problema.

 

En 1951 esa facilidad, su creatividad para las letras, le valió para entrar al mundo de la publicidad en la agencia D´Arcy, que se enfocaba a la radio y a la televisión.

 

Entre 1955 y 1965 tuvo la oportunidad para hacer guiones para programas como El estudio de Pedro Vargas y Cómicos y Canciones, con Viruta y Capulina, con quienes continuaría su relación en el cine.

 

En 1958 la colaboración de Roberto Gómez Bolaños se plasmó en Los legionarios, donde los cómicos vivían aventuras en un mundo arabesco imaginado por “Chespirito”.

 

Volvió como guionista en Vagabundo y millonario, protagonizada por Germán Valdez “Tin Tán”, ya que el productor Miguel Zacarías reconocería su capacidad para escribir. La dirección de la cinta fue de Miguel Morayta y en ella, además de “Tin Tán”, formaron parte figuras como Blanca de Castejón, Sonia Furió y Claudio Brook.

 

Guiones y argumentos dejan constancia de esa chispa en  Dos criados malcriados, dirigida nuevamente por Agustín P. Delgado, de 1959; también se unen a la lista Los Astronautas, bajo la dirección de Miguel Zacarías, de 1960, así como Dos meseros majaderos, dirigida por Gilberto Martínez Solares, de 1965.

 

En la lista se agregan Ahí madre, con los Polivoces, Eduardo Manzano y Enrique Cuenca, bajo la dirección de Rafael Baledón.

 

El futbol fue una pasión para Roberto Gómez Bolaños, así llegó la película El Chanfle, dirigida por Enrique Segoviano en 1978.

 

En 1981 Roberto Gómez Bolaños prueba dirigir y lo hace en otro guión suyo: El Chanfle dos.

 

Dos años más tarde, escribe El CharritoDon Ratón y don Ratero. Para 1987 llegó el turno del argumento de El Chapulín colorado, y en 1989, Música de viento.

 

Los guiones siguieron en El Chapulín Colorado, de 1988, y que el propio Gómez Bolaños dirigió.

 

Y más recientemente su genialidad quedó registrada en La primera noche, de 1997,  que dirigió Alejandro Gamboa.

 

También para el cine Gómez Bolaños compuso numerosos temas musicales.

 

Así lo hizo para Tres lecciones de amor, de 1958, cinta dirigida por Fernando Cortés, así como En peligro de muerte, de 1962, que dirigió René Cardona.

 

Después vendría otra etapa creativa. La televisión le ofreció nuevas oportunidades a fines de la década de los 60, vinieron Los supergenios de la mesa cuadrada y El Ciudadano Gómez, ambos para el canal 8.

 

En 1970, siempre como escritor, Roberto Gómez Bolaños crea Chespirito, emisión que continuaría transmisiones dentro de Telesistema Mexicano, hoy Televisa.

 

En la televisión mexicana fueron conocidas sus composiciones musicales para las telenovelas La Dueña, de 1995, y Alguna vez tendremos alas, de 1997.

 

Las ideas de Roberto Gómez Bolaños se multiplicaron hasta el teatro. Con el antecedente previo de la radio, la televisión y el cine decidió escribir obras de teatro, así llegaron Silencio, cámara y acción, Títere11 y 12.

 

Igualmente se inspiró en Charles Chaplin y dedicó La Reina Madre a la mamá del inmortal actor inglés.

 

Sus esfuerzos dentro de las letras fueron premiados en 1972 cuando la Sociedad General de Escritores de México, encabezada por José María Fernández Unsaín, le otorgó el Premio de Literatura.

 

También fue compositor y letrista de temas como La juguetería, Churrin, churrin fun fláis, Los astronautas, El Chapulín Colorado y El  país de la fantasía.

 

La vecindad del chavo marcó un éxito musical, enfocado a los niños. El fonograma apareció en 1978. Entonces Gómez Bolaños agregó a su carrera la faceta de cantante, al igual que sus compañeros en la producción de los programas El Chavo  del 8.

 

En 1995 publicó su libro El diario del Chavo del 8, donde combinó el relato con la novela y donde describió el origen de sus personajes, de cómo ideó sus gestos y su fisonomía y hasta su forma de hablar; no conforme con escribirlo, recordando a su padre  Francisco Gómez, hizo las ilustraciones.

 

 

               

CPS