Actuación de ‘La Tucita’ trasciende a la época del cine de oro

CIUDAD DE MÉXICO, México, sep. 01, 2014.- La actriz María Eugenia Llamas La tucita, quien falleció este domingo a los 70 años, saltó a la fama siendo una niña a lado de Pedro Infante en cintas como Los tres Huastecos y El seminarista, su carisma sedujo a cineastas como Ismael Rodríguez y Alejandro Galindo, mientras que en su edad adulta compartió créditos con los hermanos Mario y Fernando Almada y recientemente con Humberto Busto y Luis Gerardo Méndez.

 

María Eugenia Llamas nació en la Ciudad de México en 1944, luego de que sus padres José María Llamas y María Andresco, quienes llegaron a este país en 1939 como refugiados de la Guerra Civil Española.

 

Con tan solo cuatro años, la pequeña actriz debutó en cine y conquistó al público con su papel de La Tucita y sus frases Para qué me deja sola si ya saben cómo soy y Es un condenado en la película Los tres Huastecos, dirigida por Ismael Rodríguez y protagonizada por Pedro Infante, Blanca Esthela Pavón y Sara García.

 

Su primera actuación le valió una nominación a los Premios Ariel, que otorga la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) en la categoría de Mejor Actuación Infantil, y aunque no obtuvo el reconocimiento, si fue premiada dos años después por su actuación en la cinta Los niños miran al cielo (1950), de Roberto Rodríguez.

 

Su carisma como La tucita no solo se pudo ver en Los tres Huastecos, también lo interpretó en las cintas Dicen que soy mujeriego (1949) y El seminarista (1949), ambas dirigidas por Roberto Rodríguez y protagonizadas por Pedro Infante.

 

Le siguieron cintas como Las dos huerfanitas (1950), Los hijos de la calle (1951) y Una calle entre tú y yo (1952), también dirigidas por Rodríguez y en las que interpreta a Teresita y comparte el set con la actriz Evita Muñoz Chachita.

 

En 1953 participa en el filme La segunda mujer, dirigido por el cineasta José Díaz Morales y protagonizado por Rosa Carmina y Antonio Aguilar; un año después actúa en Venganza en el circo, al lado de Joaquín Cordero, Carmelita González y Freddy Fernández.

 

El cineasta Alejandro Galindo también se vio seducido por la gracia de la pequeña Tucita y la invitó a participar en su película La edad de la tentación (1959), donde interpreta a Rosita y con este papel culmina su participación en la Época de Oro del Cine Mexicano.

 

En 1966 María Eugenia contrajo matrimonio con el actor y locutor Romulo Lozano (1917-1996), con quien procreó a sus hijos Fernando, María Eugenia y Luz María, y se estableció en la ciudad de Monterrey en Nuevo León, donde continúa su actividad en teatro de revista, comedia, radio y televisión.

 

En 1987 conoce a Francisco Garzón Céspedes, hombre de teatro por excelencia, escritor y periodista cubano con quien aprende el arte de la narración oral escénica e integra el grupo Los cuenteros de Garzón, ese año, debuta en la Ciudad de México con su propio espectáculo de narración oral y poemas Cuento con la Vida.

 

Pasaron dos décadas para su siguiente aparición en cine con la cinta El gatillo de la muerte (1980), a la que le siguió Cazador de asesinos (1983), de José Luis Urquieta, y El criminal (1985), de Fernando Durán Rojas, en todas ellas acompañando a los hermanos Mario y Fernando Aldama.

 

María Eugenia Llamas también participó en series de televisión como Gutiérritos (1958) y Grandes finales de telenovelas (2010), así como en el documental ¡Pedro Infante vive! (2007), en el que narra sus recuerdos y anécdotas al lado de El ídolo de Guamúchil.

 

Su última aparición en la pantalla grande fue bajo la dirección de Jesús Mario Lozano en la cinta Más allá de mí, donde también actuaron Humberto Busto, Flor Payán y Luis Gerardo Méndez.

 

En Nuevo León fue coordinadora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y desempeñó una amplia labor docente al impartir cursos y talleres de narración oral escénica, teatro y creatividad, y fue directora de Cultura del Municipio de Monterrey, N.L.

 

 

Con información de Notimex.

BLR