Celso Piña, el músico que hizo bailar a García Márquez

VERACRUZ, México, abr. 18, 2014.- El escritor Gabriel García Márquez, era un hombre alegre, que gustaba de la música, el baile y la bohemia. Disfrutaba la música de su tierra, el ballenato y el sonido del acordeón.

 

Además de ser uno de los grandes escritores de todos los tiempos era experto en los bailes tradicionales de su natal Colombia. Sin embargo, pocas veces se vio bailar al Premio Nobel de Literatura.

 

El 2 de septiembre del 2003, en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, asistió a la entrega de reconocimientos a informadores del Nuevo Periodismo.

 

Ahí, en el loby del Museo de Arte contemporáneo escuchó al “Rebelde del Acordeón”, Celso Piña y, ante la sorpresa de los asistentes empezó a bailar la que era su cumbia preferida.

 

“Estaba yo tocando la cumbia sampuesana. El maestro empezó a bailar y lógicamente todo su séquito de seguidores toda la gente que venía con él le empezó hacer rueda y empezaron a bailar ahí, y antes que nada ya estaba la fiesta hecha”, recordó Celso Piña.

 

 

Celso Piña dijo que él no conocía personalmente al escritor. Ahí los presentaron y asegura que es sin duda una de las grandes experiencias de su vida.

 

“El maestro se para, me da un abrazo y me dice, Celso eres digno representante de mi folclor, sé siempre hombre de bien y de buena gente”, comentó el músico.

 

En Coatzacoalcos, Veracruz, Celso Piña, se enteró de la muerte de Gabriel García Márquez.

 

“Lo voy a tener en mi memoria por un buen tiempo, cada vez que vea su libro me voy acordar, en mi casa tengo una foto preciosa con él,  así grandota”, dijo.

 

Celso Piña dijo que durante esa reunión, interpretó varias canciones al gusto del escritor, entre ellas Macondo.

 

MACO