CIUDAD DE MEXICO, México. Oct. 11, 2013.- Investigadores de la UNAM crearon y mejoraron un material a base de resina para prótesis óseas humanas y animales, el cual es moldeable, no tóxico ni mutagénico, tiene durabilidad permanente y es de bajo costo.
De manera eventual este material será usado en el área odontológica y, por su innovación, no sólo está en proceso de patente sino que ya ha permitido la creación de la empresa Epóxicos para la Salud, que tiene a su disposición dos marcas con registro del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (Impi), las cuales son: Masi-epoxi®, para uso en humanos, y Zoo-prox®, para uso veterinario.
La empresa, incubada en Innova-UNAM, está a cargo de Luis Delgado Guerrero y Karina Ramírez Luna, egresados de la Facultad de Química de esta universidad.
Los universitarios mejoraron la formulación de Luis Delgado Reyes, neurocirujano universitario del Hospital Juárez, quien después de años de investigación y estudio obtuvo las proporciones adecuadas de resinas epóxicas y minerales, que permitieron la innovación.
El proyecto inició cuando Luis Delgado padre, también egresado de esta casa de estudios, se preocupó por sus pacientes de escasos recursos, quienes no podían tener acceso a una placa de titanio, cuyos costos van de los 14 mil hasta los 80 mil pesos -de acuerdo al tamaño y calidad del material- para reparar el cráneo después de una cirugía.
Ante ello, comenzó a desarrollar el producto, a investigar y probar diferentes materiales, hasta que llegó a una formulación adecuada que permitía sustituir la porción ósea perdida. De esa manera nacieron los productos que están en vías de comercialización por Epóxicos para la Salud.
Para ello, explicó, se buscó el apoyo de la Universidad y se integraron a la generación 2011 de Innova-UNAM, aunque reconoció que debido a que no cuentan con una formación financiera, de ventas o mercadotecnia, aprendieron más de lo que representa estructurar una empresa “cosas que desconocíamos”
En especial, pusieron énfasis en la parte regulatoria para dispositivos médicos, “que es la clasificación que tiene nuestra prótesis”, relató Ramírez Luna.
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