Padres de mexicanos en Malasia lamentan condena

CIUDAD DE MÉXICO, México, ago. 14, 2013.- Familiares de tres mexicanos procesados por delitos de narcotráfico en Malasia lamentaron la sentencia que confirmó de madrugada la pena a morir en la horca que les fue impuesta hace dos años en el país asiático.

  

Los tres magistrados de la Corte rechazaron la apelación presentada por los hermanos Luis Alfonso, Simón y José Regino, a quienes sólo les queda apelar al Tribunal Federal o, en última instancia, solicitar el perdón real para escapar que no sean ajusticiados.

  

De madrugada en el estado de Sinaloa la familia de los reos de muerte se congregó para seguir vía twitter una etapa más del caso y rezar por sus parientes.

  

La reunión se celebró en el poblado de Loma de Rodriguera, en las afueras del municipio de Culiacán, y la encabezaron Héctor González Ríos y Carmen Villarreal, padres de los sentenciados, quienes estuvieron acompañados por sus otros 7 hijos y algunos de los 32 nietos que tienen.

  

La sentencia, que se conoció pasadas las 2.00 hora local (7.00 GMT), fue como un balde de agua fría para los González, que tenían la esperanza de que la revisión del caso pudiera serles favorable.

  

“Sabíamos que nuestros hijos podrían ser considerados culpables pero no perdíamos la esperanza de verlos libres. Aún hay una última, esperemos poder verlos pronto”, dijo Héctor González, padre de los sentenciados.

  

Por su parte, Leticia González Villarreal, hermana de José Regino, Luis Alfonso y Simón, afirmó que han recibido apoyo de las autoridades mexicanas pero cree que se puede hacer más.

  

“Yo no quiero la pena de muerte para mis hermanos, en el Gobierno nos tienen que ayudar, la verdad, rogarles que se muevan más por mis hermanos. Ellos no se merecen eso, no es justo y yo los quiero de regreso”, comentó desilusionada.

  

Los tres sinaloenses fueron detenidos el 4 de marzo de 2008 por la policía de Malasia en la ciudad de Johor, junto a otras dos personas, una de Malasia y otra de Singapur, quienes también están condenados a muerte.

  

Fueron aprehendidos cuando los agentes encontraron 29 kilogramos de metanfetaminas, las cuales fueron valoradas en 15 millones de dólares.

  

Los hermanos González Villarreal, desde su arresto, aseguran que son inocentes y que fueron utilizados como “chivos expiatorios” ya que no hablan el idioma del país y no tienen la manera de poder defenderse.

  

Además durante su proceso han argumentado que no contaban con antecedentes penales en México.

 

REB