TUXTLA GUTIÉRREZ, México, dic. 05, 2016.- Jesús Guillermo López González fue sepultado en su ciudad natal Ocozocoautla de Espinosa, Chiapas, luego de que su cuerpo fue trasladado desde San Francisco del Mar, Oaxaca, donde una turba lo golpeó y asesinó al confundirlo con un presunto secuestrador.
Marisol Pimentel Liébano, esposa de Guillermo, dijo que su esposo iba cada semana a Oaxaca, ahí lo conocían como repartidor.
Jesús se desempeñaba como agente de reparto de una empresa farmacéutica, viajaba frecuentemente al istmo de Tehuantepec, Oaxaca, a la entrega de medicamentos.
Él y la camioneta de la empresa fueron retenidos sin justificación alguna.
Los propietarios de la empresa recibieron la llamada de presuntas autoridades de San Francisco del Mar; al llegar al lugar donde lo tenían retenido fue demasiado tarde.
Carlos Mauricio Maza, Gerente de la empresa farmacéutica, mencionó que "el síndico nos pidió que le diéramos nombres de a qué clientes había visitado".
Precisó que recibió una llamada "a través del celular que nosotros le proveíamos a Guillermo y ya no entraba la llamada más tarde. Cuando se logró conectar nos dijo: ‘Saben qué, ya no vengan, ya no es necesario que vengan, es peligroso. La turba se llevó a su compañero y lo golpearon y acaban de colgarlo, su compañero está muerto’".
Sus compañeros de trabajo lamentaron la confusión.
"Memito fue una persona muy amable, muy amiguera, trabajadora, constante en lo que tenía que hacer, era uno de los mejores repartidores de la empresa porque tenía la ruta más larga que era hasta Río Grande, de Oaxaca", comentó Carlos Sarmiento Velásquez, compañero de trabajo de Jesús Guillermo.
A Jesús le sobreviven, sus padres, su esposa y dos hijos de 18 y 15 años de edad.
Sus familiares pidieron a las autoridades investigar y castigar a los que resulten responsables.
Jesús Guillermo López González fue sepultado en el panteón municipal de Ocozocoautla.
RMT
