Albergue en Atitalaquia alivia travesía de migrantes que cruzan Hidalgo

PACHUCA, México, nov. 3, 2016.- A un costado de las vías del tren, en punto de las nueve de la mañana se abre el albergue del Samaritano de Bojay, municipio de Atitalaquia, Hidalgo.

 

Wilfredo Rafael Bautista, migrante hondureño, dijo que "intenta migrar hacia Estados Unidos, que es un país donde todo está cómodo, donde es un país que se puede ganar un poco más de dinero".

 

Angélica Noyola, voluntaria del albergue, relató que llega "a las 8 y media de la mañana aproximadamente, a esa hora hago alguna bebida caliente dado que como esta casa es una estancia no contamos con albergue, entonces ellos duermen afuera en las vías está muy frío, atole, pan y galletas".

 

Este albergue se mantiene de donaciones voluntarias y atiende a diario migrantes de ascendencia afroamericana en su mayoría procedentes de Honduras.

 

Héctor Vargas, encargado del albergue, señaló que reciben "en promedio 60 al día, hay otros días que nos llegan 3, 4, otro día nos llegan 80, 90, entonces en promedio nos llegan 60".

 

Al descender del tren, los migrantes que ya han recorrido más de mil 600 kilómetros desde Honduras hasta Hidalgo, son atendidos por el voluntariado del Bojay, que les ofrece comida, agua, sombra y un espacio seguro para descansar de su largo viaje.

 

Noel Benítez, migrante hondureño, dijo que "de repente se quedan en el camino, los matan, los secuestran por eso es un riesgo, pero es una decisión que uno toma".

 

A los migrantes se les dona ropa, medicinas si es necesario, además se les permite realizar una llamada telefónica para comunicarse con sus familiares.

 

Angélica Noyola agregó que "la Cruz Roja internacional nos ha donado un servicio de telefonía, podemos comunicarlos a ellos con sus familias, tres minutos".

 

José Martín, migrante hondureño, dejó su "esposa y dos hijos, madre también, toda mi familia que está allá; siempre que les llamo me responden: mi vida, o así".

 

La casa cierra a las dos de la tarde, sólo abre sus puertas de noche en caso de haber niños y mujeres.

 

El resto de los hombres buscan algún lugar para pasar la noche y esperar el próximo tren para continuar con la travesía y lograr un sueño anhelado por ellos, un sueño que se llama Estados Unidos.

 

 

BLR