Comunidad maya de Chicán, estudiada por su genética y su lengua de señas

MÉRIDA, México, ago. 29, 2016.- Gabriel Tilán Collí es un indígena maya que vive en Chicán y los domingos juega béisbol y también se encarga de comprar los refrescos.

Chicán es una comisaría indígena maya que pertenece al municipio de Tixméhuac, al sur de Yucatán.

En los últimos años esta comunidad ha sido estudiada por investigadores nacionales e internacionales, ya que muchos de sus pobladores nacen sordos.

En Chicán, sordos, familiares y vecinos desarrollaron su propio lenguaje, que es monolingüe.

Son conceptos básicos de señas, por ejemplo, María Tilán que tiene 4 familiares sordos y habla del verbo comer.

María Tilán Canché pone su mano en su boca y en su barriga y dice que eso significa que tienen hambre.

En 1980 había 280 pobladores, 13 eran sordos; en 1990 había 350 habitantes, 25 nacieron con esta discapacidad.

Diego Canché, comisario municipal de Chicán, dice que este año hay "como 750 habitantes con todo y niños; sordomudos hay 40 ó más, 50".

Los investigadores señalan que el matrimonio entre familias ha sido la causa por la que sus habitantes nacen con esta discapacidad, aquí tres apellidos predominan entre sus habitantes: Collí, Tilán y Canché.

Danilú Vales, presidente de la Asociación Yucateca ProDeficiente Auditivo, señala que "el gen que se detectó en Chicán es un gen muy especial, se están haciendo estudios; es un gen único a nivel mundial".

Mercedes Collí Tilán, habitante, señala que "el doctor dijo que ellos analizaron y que el problema es que se casaron entre parientes".

En Chicán, el 80% de las casas son de palos y palmas, el 90% de la población no cuenta con internet; sus habitantes urden hamacas, cuidan ganado y elaboran tortillas para salir adelante, aquí no hay secundaria.

A pesar de la pobreza en la que viven, durante muchos años los pobladores sordos desarrollaron su propio código de señas y se comunican entre ellos; es muy diferente al lenguaje de señas mexicanas.

Psicolingüistas de diversos países, investigadores de diversas universidades del mundo y de México, como la UNAM, estudian lo que pasa en esta población indígena maya de Chicán.

MLV