ACAPULCO, México, abr. 29, 2016.- Acapulco, un puerto ubicado a cuatro horas y media de la Ciudad de México, acostumbrado a llenar de turistas provenientes del centro del país cada fin de semana, puentes o vacaciones, vive una situación difícil por la ola de violencia que ha impactado en la actividad turística.
A diferencia de otros fines de semana, al arribo de turistas es notoriamente bajo.
No se observa la costera congestionada, las playas no están llenas como de costumbre y la ocupación en cuartos de hotel apenas reporta un 29%.
Esta baja en la afluencia es atribuida a los ataques ocurridos el pasado domingo en la zona turística y que dejaron un saldo de un civil muerto y un herido.
Alejandro Martínez Sidney, presidente de la Federación de Cámaras de Comercio en Guerrero, dijo que "la actividad no la vemos en ese desarrollo normal de un fin de semana, creo que todavía está fresco en la memoria de los acapulqueños los acontecimientos". Agregó que "estamos llegando a cinco mil cancelaciones".
Acapulco actualmente es custodiado por las fuerzas armadas y la Policía Federal que instalan retenes y realizan patrullajes para brindar seguridad a la población y al turismo.
RMT
