Crece la indignación por la muerte de Antonio Zambrano

CIUDAD DE MÉXICO, México, feb. 17, 2015.- Mientras la señora Agapita Montes, permanece en Estados Unidos para realizar los trámites de repatriación del cadáver de su hijo Antonio Zambrano, familiares y amigos siguen en espera de la llegada el cuerpo del inmigrante a Michoacán.

 

Jesús Zambrano, padre de Antonio Zambrano: “Ella se fue para el otro lado a recoger el cuerpo; investigaron, verdá, por cuanto salía el traslado de él, y que salía como por 40 mil dólares y uno de donde va a agarrar esa cantidad de dinero”.

 

Al cumplirse una semana de lo sucedido en Pasco, Washington, en la Parotita, poblado situado en la sierra Michoacana, crece la indignación por el asesinato de Antonio.

 

José Antioco Calvillo García, Profesor de primaria: “La verdad es una injusticia; somos campesinos, nosotros vamos a buscar la vida, nosotros vamos y nos comportamos como personas”.

 

Este es la casa en donde Toño Zambrano nació hace 35 años.

 

Toño, fue el tercero de 16 hermanos, 8 mujeres y 8 hombres.

 

En esta casa vivió durante 25 años.

 

No hay agua potable, ni suministro eléctrico Esta es la cocina de la familia Zambrano no tienen refrigerador, ni estufa.

 

Casi no tiene muebles, solo unas tablas con un colchón, una mesa y algunas sillas de plástico, además de unos clavos en los travesaños que sirven para colgar ropa y algunos objetos.

 

Afuera de la casa de Toño, así luce la comunidad de la Parotita en donde no hay servicios públicos, ni comercios.

 

Para llegar a Morelia, capital de Michoacán, Antonio y su familia tenían que recorrer más de 500 kilómetros empleando hasta dos días de viaje.

 

Primero, tenían que caminar por más de 10 horas por una brecha en la que solo pueden pasar vehículos de doble tracción.  Finalmente, para salir de la brecha, hay que cruzar el río Cualcoman.

 

Después de salir de la brecha, tenían que caminar 16 kilómetros más en una carretera federal o esperar a que algún vehículo los llevara hasta el pueblo de Maruata, en la costa michoacana.

 

Finalmente, esperar horas para abordar algún autobús con destino a Morelia.

 

Luego de vivir 25 años en estas condiciones, Toño Zambrano decidió irse a Estados Unidos en compañía de sus 2 hijas, Erika Zambrano Meraz, actualmente de 15 años y de Teresita de Jesús Zambrano de 13 años y de su esposa Teresa de Jesús Meraz Ruíz quien, a decir del padre de Antonio, lo abandonó casi después de que pudieron pasar a Estados Unidos.

 

Jesús Zambrano, padre de Antonio: “Ya llegando allá creo que la mujer lo largó; él se sintió muy triste, le dolió mucho eso, que la familia, ya las niñas no tenían comunicación con él.”

 

Juan Zambrano, hermano menor de Toño, recordó que para pagar al pollero que pasaría a su hermano a Estados Unidos, tuvieron que conseguir 8 mil dólares prestados con familiares y amigos que trabajan en la comunidad de Pasco en Washington, dinero que tardaron casi 10 años en pagar.

 

Juan Zambrano, Hermano menor de Antonio: “Ellos nos prestan el dinero, de 500, mil dólares, 2 mil, el que tiene más tiempo allá; entonces, nos hace el paro, pagamos el dinero y seguimos trabajando para pagarle a nuestros familiares.”

 

Se espera que el cuerpo de Antonio sea entregado a su madre y posteriormente trasladado al Municipio de Aquila en Michoacán para ser sepultado.

 

Juan Zambrano, hermano menor de Antonio: “Muy duro esto, esto que estamos pasando, pero que más, que más se le hace.”

 

 

BLR