Zócalo de la Ciudad de México recibe al Papa Francisco

CIUDAD DE MÉXICO, México, feb. 13, 2016.-El segundo día de la visita del Papa Francisco en México comenzó desde antes del amanecer.

Eje Central y otras calles por donde pasaría el convoy rumbo al Zócalo capitalino ya estaban cercadas por vallas.

Los elementos de seguridad estaban en sus posiciones y otros corrían para acomodarse.

Personal de limpia continuaba barriendo sobre las calles ya limpias.

Los vendedores empezaron a sacar sus banderines, playeras y gorras discretamente.

"Tengo de a diez, de a 20 y de a 30 la playera, trae el estampado de la Virgen y la bandera de México", dijo Inés, comerciante.

Desde las cuatro de la mañana colocaron diez puntos de abastecimiento, hidratación y servicios médicos, entre ellos, médicos geriatras.

"Estamos un equipo de diez personas, entre médicos, enfermeras, administrativos porque ofrecemos también vacunas y orientación de servicios", indicó Ignacio Mosqueda Rodríguez, jefe de Unidad de Servicios de Salud Pública de la Ciudad de México.

Los feligreses llegaron desde el amanecer. Venían de diversos estados de la República Mexicana y también de varios puntos del mundo.

Se veían banderas de Argentina, de los compatriotas del Papa Francisco.

La gente decía que no importaba esperar, ni las dificultades para llegar al centro con tantas calles y estaciones de metro cerradas porque esperaban recibir del Sumo Pontífice, un mensaje de paz y de esperanza.

"A recibir al ministro de Dios damos gracias de que se acuerde de nosotros y venga a visitarnos, estoy muy contenta", dijo Bonifacia Pastrana, habitante de la Ciudad de México.

Cuando finalmente llegó el convoy los gritos, fotos y porras fueron incontenibles.

El Papa Francisco saludó. La gente se amontonó para tomar una foto, gritarle o para pedirle la bendición.

Después esperaron a que el jefe de Estado de la Santa Sede terminara sus actividades en Palacio Nacional y en la Catedral.

Más tarde, obispos y cardenales salieron de la Catedral a esperar el transporte, y ahí, cuando gente los abordó tuvieron su primera oportunidad para poner en práctica lo que el Papa Francisco les acababa de pedir.

"Fue un mensaje muy directo, muy bonito y con puntos muy claros, nos invita a estar muy cercanos a la gente y a ver por las cuestiones de las familias migrantes", destacó Francisco González, obispo de Campeche.

La gente que logró estar en el evento se dijo emocionada .

"Más de 15 horas y llegamos justamente cuando ya había terminado el Santo Padre, nos dieron la bendición los cardenales, estamos contentos porque es lo que necesitamos, la unión, la paz y sobretodo el amor", dijo Elba Patricia Jimenez, turista de Tabasco.

LHE