CIUDAD DE MÉXICO, México, julio 12, 2015.- Tras la fuga de Joaquín Guzmán Loera del penal del Altiplano se desplegó un operativo de seguridad en carreteras y zonas cercanas al penal, ubicado en Almoloya de Juárez, Estado de México.
En tres casetas de peaje se colocaron puntos de revisión y se supervisó a todos los vehículos.
En la caseta de la México-Toluca, 15 policías federales se encargaron de realizar las inspecciones.
En la caseta Toluca-Atlacomulco, la más cercana al penal del Altiplano, se ha instalado un tercer filtro de seguridad, en donde participa personal militar, policías federales y policías estatales, revisando todos lo vehículos que circulan con dirección al Distrito Federal.
Ya en las inmediaciones al penal del Altiplano aumentó la presencia de fuerzas federales.
En camionetas artilladas realizaban recorridos por zona.
Para llegar al penal hay que recorrer un kilómetro de terracería, al salir de la autopista. En este tramo también se instalaron dos filtros de seguridad.
Durante la madrugada, únicamente pudieron entrar y salir del penal autoridades de la PGR y ministerios públicos federales.
Poco antes de las 7 de la mañana salió del penal un convoy encabezado por un camión blindado de color blanco.
Ahí fueron trasladados a la SEIDO los custodios que se encontraban en el área y turno en que Guzmán Loera escapó.
Por ser domingo, día de visita, sobre las 8 de la mañana comenzaron a llegar familiares de los internos quienes no tuvieron acceso al penal.
A 200 metros de la entrada principal del Altiplano se encuentra un destacamento del Ejército mexicano con dos tanquetas.
A un kilómetro y medio del penal se ubica la casa, en obra negra, donde se hizo el túnel por el que escapó Joaquín Guzmán Loera.
MLV