Renuevan la librería Octavio Paz del FCE

CIUDAD DE MÉXICO, México, sep. 28, 2014.- Este 2014 fue pródigo en celebraciones culturales para México.

 

El 31 de marzo de 2014 se cumplió el primer centenario del nacimiento de Octavio Paz; el 18 de junio el de Efraín Huerta; y el 20 de noviembre, el del lúcido y consecuente José Revueltas; y el 3 de septiembre, el Fondo de Cultura Económica cumplió sus primeros 80 de vida analizando el camino recorrido y esbozando junto con sus lectores su senda por recorrer, para lo cual lanzó la convocatoria abierta ¿Qué esperar del FCE en su novena década?, así como un nutrido programa editorial conmemorativo con 140 obras que incluyen 20 de Paz y en torno a él.

También organizamos el festival El libro y sus Lectores, con temas de actualidad como la Feria del Libro Latinoamericano; los coloquios El libro electrónico y sus lectores y Los libros que hacen crecer a los niños, el Booktuber Fest; el Carnaval a la Orilla del Viento, las conferencias y debates sobre el papel de la lectura en zonas violentadas y el de las librerías en nuestros días.

En cuanto a la convocatoria abierta estamos profundamente agradecidos por el casi medio millar de participaciones enviadas por lectores, estudiantes, académicos, bibliotecarios, editores, libreros y profesores de 16 países de América Latina, España, Estados Unidos, Suecia y Canadá, sumadas a las de consagrados escritores y habitantes del mundo del libro de generaciones y latitudes muy diversas.

Una de las peticiones recurrentes fue la de más librerías, centros culturales y filiales del Fondo en México, América Latina, España y Estados Unidos. Y aunque hoy ya contamos con 26 librerías en el país y este año llegaremos a 28, así como a 10 filiales con la próxima inauguración de la ecuatoriana, no podemos bajar la guardia, está claro que son insuficientes y que no debemos claudicar en la parte que nos toca para abatir el alarmante déficit de la red librera del país y atender en la medida de nuestras posibilidades las múltiples peticiones de librerías y centros culturales en la República.

Prácticamente todos los festejos mencionados han confluido en el proyecto de remodelación de esta librería, sometida a dos etapas de obras para mejorar integralmente sus instalaciones y su servicio al público y convertirse en un verdadero espacio de reunión y encuentro en torno al libro.

 

La primera, iniciada en noviembre del año pasado y concluida en marzo de 2014, consistió en el reacomodo total del segundo piso.

 

En la segunda etapa, que inició en mayo y se inaugura hoy, se reacondicionó totalmente el primer piso, el estacionamiento y la fachada, con un total de 1,370 metros cuadrados. Tampoco en esta etapa se interrumpió el servicio al público, salvo un par de días para tornar más luminosa y atractiva la fachada.

A algunos les parecerá cansino el detalle de cuanto se hizo, pero creo que es importante que los aspectos clave de la obra sean del dominio público. La remodelación, para la cual se invirtieron veinte millones de pesos, incluyó la redistribución y optimización de espacios para mejorar la exhibición y venta de los libros; la creación de un foro para presentaciones, promoción de la lectura, actividades culturales y conferencias; la construcción de libreros con iluminación especial; la instauración de un área con mobiliario ad hoc para los pequeños lectores, así como la instalación, en el segundo piso, de una cafetería con terraza y de zonas de lectura.

Así mismo, se construyó un domo para el óptimo aprovechamiento de la luz natural, se instaló un área de plantillas interactivas para la consulta y lectura de libros electrónicos, se modificaron pisos y techos, estacionamiento y fachada; la bodega y las oficinas se reacomodaron y los baños fueron remodelados.

Por supuesto, esta intervención conllevará la mejora y ampliación de la oferta editorial existente.

 

Algunas de las nuevas secciones que los lectores podrán encontrar son: artes escénicas, comunicación, novela gráfica, arte mexicano y contemporáneo, cocina, género, epistolarios, narrativa mexicana, literatura grecolatina y novela de terror, fantasía y ciencia ficción, redefinición que abarca nuevas propuestas en el acomodo y la exhibición, lo que permite al público mayor proximidad con los volúmenes.

 

La planta alta aloja 60,000 ejemplares, más del doble que antes, y hoy contamos con un total de 130,000 ejemplares.

No quiero dejar de mencionar que este proyecto de remodelación de lo que ahora será una de las más modernas librerías, anclada en la que probablemente sea la zona de la República Mexicana con más de ellas, estuvo a cargo de la arquitecta Frida Escobedo, y sus colaboradores Natalia Gálvez, Fernando Cabrera, Miguel Bravo y Alessandro Arienzo; así como Gustavo Avilés, responsable del proyecto de iluminación del foro.

 

Agradezco a todos su trabajo, y deseo también reconocer el de toda la Gerencia de Comercialización, encabezada por Martha Cantú; a la Gerencia de Administración y Finanzas, encabezada por Alejandro Villaseñor y  a la subgerencia de Mantenimiento a cargo de Aarón Palacios, así como al Almacén Central, dependiente de la Gerencia de Producción, para hacer esto posible. Muchas gracias.

Esta reinauguración es una fiesta de los autores y escritores del Fondo para sus lectores, y es también un homenaje más para nuestro multifacético Nobel, uno de los más importantes valores literarios mexicanos y del mundo y distinguido autor de esta Casa, quien escribió: ‘Desde muy joven fue muy vivo en mí, el sentimiento de pertenecer a una civilización. Se lo debo a mi abuelo Ireneo Paz, amante de los libros, que logró reunir una pequeña biblioteca en la que abundaban los buenos escritores de nuestra lengua’ .

Fue desde las incipientes certidumbres adquiridas en esa biblioteca familiar que Paz, cuidadoso lector, decantó sus afinidades electivas en lo literario y construyó su tradición poética y cultural. De Mixcoac al Barrio Universitario del Centro Histórico; de París a Nueva Delhi; de las aulas de las principales universidades del mundo hasta su final morada en la Casa de Alvarado, en Coyoacán, Paz fue leal a su amor por los libros: los leyó, vivió rodeado de ellos y los escribió.

Desde hoy, con esta librería remodelada que lleva su nombre, el Fondo homenajeará cotidianamente su fidelidad libresca y refrendará una vez más su apuesta a futuro como una de las instituciones culturales clave de México e Hispanoamérica.

 

Espero que entre estas cuatro paredes todos podamos sentir, como otrora lo hizo Octavio Paz en la biblioteca de su abuelo, que somos parte de una civilización.

 

 

 

RAMG