Ante preguntas de la periodista de la NBC Megyn Kelly, moderadora de un panel en el foro económico de San Petersburgo, Vladimir Putin dijo que en las denuncias de injerencia rusa no había “nada concreto, solo conjeturas”.
En cuanto a las “huellas digitales”, direcciones IP de presuntos hackers rusos, dijo que eran fáciles de falsificar y que no se podían aceptar como pruebas fehacientes.
“¿Cuáles huellas digitales?”, se preguntó en tono sarcástico. “¿Huellas de cascos? ¿Huellas de cuernos? Los expertos en tecnología pueden inventar cualquier cosa y echar la culpa a quienes quieran”.
Las agencias de inteligencia estadounidenses han acusado a Rusia de hackear los correos electrónicos del Partido Demócrata, lo que ayudó a Donald Trump a ganar las elecciones. Las investigaciones legislativas y del FBI sobre los vínculos de la campaña de Trump con Rusia han dado por tierra con las esperanzas del Kremlin de una distención con Washington.
En tono exasperado, Putin comparó lo que llamó la obsesión de Estados Unidos con la injerencia rusa con el antisemitismo: “Un idiota incapaz de hacer nada culpa a los judíos de todo”, dijo.
Según Putin, las denuncias del hackeo ruso en el Comité Nacional Demócrata sirven para ocultar que los correos filtrados eran auténticos y revelaban verdades desagradables.
“Era información verídica, ¿qué importa quién la filtró?”, se preguntó. “Era necesario pedir perdón al pueblo y prometer que no se repetirían esos errores en el futuro”.
Con respecto a la decisión de Trump de retirar a Estados Unidos de los acuerdos climáticos de París, Putin se abstuvo de criticarlo y exhortó a mantener un diálogo constructivo sobre las medidas para detener el calentamiento global.
Destacó la importancia del pacto, pero señaló que se trata de un acuerdo marco que da amplio margen de maniobra cada país firmante.
“Podemos echarle la culpa a él y al imperialismo norteamericano”, dijo Putin.
RAMG
