Inicio  /  Historias
ECOLOGíA

Quedan menos de 60 vaquitas marinas en el mundo

Con potentes equipos de observación y sofisticados hidrófonos de monitoreo acústico, científicos detectan los pulsos y sonidos que emite la vaquita marina para poder estimar la población sobreviviente de este cetáceo mexicano que se encuentra en un estado crítico de extinción.

[bc_video video_id=”5353933199001″ account_id=”1325727373001″ player_id=”default”]

Los resultados que arrojó el último censo en 2016 son alarmantes.

El Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita, determinó que quedan menos de 60 vaquitas marinas, eso lo hace el mamífero marino de mayor riesgo de todo el planeta y está sucediendo en México; está en grave peligro de extinción y si no se detiene esta pesca ilegal de totoaba, que es su principal amenaza, se habla de que la vaquita podría desaparecer en un futuro muy corto”, dijo Alejandro Olivera, representante en México del Centro para la Diversidad Biológica.

La vaquita mariana muere ahogada al quedar atrapada en las redes fantasma de pescadores furtivos que depredan la totoaba.

De 1997 a 2015, la población de vaquita marina disminuyó un 92%, lo que obligó al gobierno federal a prohibir el uso de redes de enmalle por un lapso de dos años, en los cinco mil kilómetros cuadrados que conforman el polígono de protección del cetáceo.

Por aire, tierra y mar se intensificaron las labores de patrullaje para detectar embarcaciones de pesca ilegal, sin embargo, la población de vaquitas marinas sigue disminuyendo.

Y esto sucede porque no hay denuncias formales presentadas por la misma autoridad ante la PGR y no se le da un seguimiento y no se hace realmente una investigación a fondo sobre los canales de distribución con los cuales se está traficando la totoaba”, añadió Alejandro Olivera, representante en México del Centro para la Diversidad Biológica.

El pasado 13 de diciembre, la Cámara de Diputados aprobó una iniciativa de reforma al Artículo 420 del Código Penal Federal para que el tráfico ilegal de totoaba sea considerado un delito grave y sin derecho a fianza. La propuesta se encuentra aún en comisiones del Senado para su análisis y posible aprobación.

El próximo mes de abril concluye la veda de pesca en el polígono de protección de la vaquita marina. Su inminente extinción obliga a las autoridades ambientales a redoblar esfuerzos y tomar medidas radicales.

Ignacio Millán, subprocurador de Recursos Naturales de la Profepa: “No hay ninguna autorización en materia de impacto ambiental, por lo tanto, ninguna embarcación pesquera puede estar realizando actividades de pesca dentro del polígono.

Reportero: ¿Esto quiere decir, en pocas palabras, que de momento el polígono de protección de la vaquita marina está totalmente restringido a cualquier tipo de pesca?

Ignacio Millán: Exactamente, en palabras sencillitas, nadie puede estar realizando ninguna actividad que no sea investigación, dentro de este polígono de la vaquita marina.

Como parte de esa medida emergente se suman 400 elementos de la Gendarmería y el Ejército a patrullajes en caminos y brechas convergentes a puertos pesqueros, además de 24 inspectores que laboran de manera permanente en los puertos de Santa Clara, San Felipe y Puerto Peñasco.

En un hecho sin precedentes, científicos internacionales y autoridades ambientales analizan incluso la posibilidad de capturar algunos ejemplares de vaquita marina con el propósito de implementar un programa de reproducción asistida.

Si estuviéramos resignados a la extinción de la especie, pues ya no haríamos nada. Yo creo que muchas de las medidas que se han hecho van en función de eso, a lo que le apuesta el gobierno federal, primero es a estabilizar y después a recuperar. Nosotros estamos muy optimistas y tenemos grandes expectativas de lograr la protección de la vaquita marina”, añadió Ignacio Millán, subprocurador de Recursos Naturales de la Profepa.

En tanto, elementos de la Marina y organismos no gubernamentales siguen una lucha interminable por detectar las redes de tráfico ilegal de totoaba al igual que las redes de pesca fantasma que aún prevalecen en el hábitat de la vaquita marina y que la han llevado al borde de la extinción.

 
Con información de Marco Antonio Sánchez
Vm,