Cada vez que suena la alerta sísmica, no es raro que tu primera reacción sea la de correr con lo que traigas puesto encima y salir a la calle. Cuando se te ocurre buscar tus llaves, tu cartera o tu teléfono, es normal que la presión del pánico te haga olvidar dónde los pusiste, incluso si están en su lugar habitual.
Por tal motivo, lo más recomendable es armar un kit de supervivencia y tenerlo en un lugar fácil de acceder, en el cual tengas reunido documentos, accesorios y alimentos en caso de que tu vivienda se vea afectada por un sismo de alta magnitud, a tal grado que no sea seguro regresar inmediatamente después del movimiento telúrico.
No es muy difícil. Tu kit de supervivencia puede ser cualquier mochila que tengas a la mano y que incluya los siguientes objetos indispensables:
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- Lista de números de emergencia
- Silbato
- Navaja
- Linterna
- Radio de pilas
- Cargadores
- Cubrebocas
- Monedas (cambio)
- USB con documentos y datos importantes (actas, CURP, etc)
- Fotografías de familiares y mascotas
- Agua embotellada y alimentos enlatados para cuatro días
- Botiquín de primeros auxilios
- Gel antibacterial
- Papel higiénico
- Duplicado de llaves
Esta mochila puede ser ideal para dos personas, pero en caso de que haya más personas viviendo en la residencia, lo mejor es preparar una o más mochilas aparte con los mismos contenidos. Por supuesto, las mascotas también cuentan, por lo que es buena idea hacer un espacio para alimentos y correa.
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En caso de vivir en el centro del país, tu mochila de emergencia en caso de sismos también se puede prestar para situaciones como inundaciones, deslizamientos, incendios o cualquier otra calamidad que te obligue a abandonar tu lugar de residencia.
Si solo estás dispuesto a tomar una medida de prevención de desastres, lo mínimo que puedes hacer es tener una mochila salvadora.
