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FAMILIA

Esta Navidad, lo peor que puedes hacer es comprar una mascota

No es infrecuente que las compras navideñas nos tomen desprevenidos y, entre el ímpetu de dar una buena sorpresa y las prisas, es común que tomemos decisiones que no siempre serán las más acertadas, ni para la persona que buscamos complacer ni para nuestro bolsillo.

Especialmente, entre las peores adquisiciones navideñas que muchos hacen cada año está comprar una mascota; y es peor aún si esa mascota es un regalo sorpresa. Casi siempre, quien regala un animal, lo hace apelando a la ternura del cachorro creyendo que está regalando una estupenda compañía.

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Lo cierto es que estás regalando todo lo contrario: cuando regalas un animal (valga la redundancia: un ser vivo), ante todo estás imponiendo una tremenda responsabilidad. Y como toda responsabilidad debe ser conocida de antemano. Un animal de cualquier tipo y cualquier especie, además de mucha atención y cuidado, exige un compromiso especial que no todos son capaces de contraer por sorpresa.

De ahí que sea tristemente común que ese gatito o ese cachorro que alegró una noche navideña sea abandonado, en el mejor de los casos, en un refugio apenas llega la primavera. En cuanto la ternura inicial y la novedad se desvanecen, los cachorros que llegan de forma sorpresiva pasan a sufrir el desdén de quienes no buscaban hacerse responsables de un ser vivo.

Sí, regalar una mascota sin que la otra persona lo sepa es irresponsable y en su compra casi siempre interviene ese pésimo consejero que es la prisa. El hecho mismo de comprar un animal que mejor podrías adquirir por medio de la adopción es una idea más que discutible. Si añadimos a esta receta que muchas veces esas mascotas son compradas en la vía pública o en mercados, el problema se vuelve mayor.

¿Han notado que justo en estas fechas proliferan los puestos ambulantes que ofertan mascotas como si fueran suéteres? Por supuesto, quienes venden animales en la vía pública se aprovechan de las buenas intenciones de los posibles compradores, quienes ingenuamente creen que están ‘salvando’ al cachorro que asoma la cabeza desde una caja de cartón en la banqueta.

(Notimex)

Al final del día, esta es apenas la arista más ‘inocente’ del maltrato animal que aún no se erradica en nuestro país; como las peleas de gallos o el ya prohibido uso de animales en circos muchas formas del maltrato animal son solapadas al pasar por como un simple espectáculo o una ‘benigna’ costumbre.

Es cierto que se han hecho esfuerzos en esta materia. El Partido Verde Ecologista de México (PVEM) ha propuesto la prohibición de la venta de animales en mercados, tianguis y vías públicas, así como prohibir que se exhiba a los animales en las tiendas de mascotas, pero aún hace falta mucho trabajo en la materia; y buena parte de ese trabajo depende de nuestro conocimiento y nuestras acciones.

En las próximas semanas verás muchos cachorros, tiernos y dóciles, asomar la cabeza de una caja sobre la banqueta. Acaso pienses que podrían ser una buena compra, pero no lo son.

Si de verdad quieres regalar una mascota, procura que sea de forma consensuada con la persona que habrá de hacerse responsable de un ser vivo. Igualmente, no te dejes llevar por las prisas y adopta.