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CRIMEN Y SEGURIDAD

La pesadilla terminó para 82 niñas en poder de Boko Haram

La pesadilla terminó. Después de tres años de cautiverio, 82 jóvenes nigerianas secuestradas por el grupo yihadista Boko Haram y mantenidas como esclavas, fueron liberadas a cambio de la liberación de militantes de ese grupo, tras una serie de negociaciones con el gobierno de Nigeria.

Las jóvenes fueron llevadas a una base militar antes de reunirse con sus familias.

“El Comité Internacional de la Cruz Roja durante los dos últimos días completó una operación que ha resultado en la transferencia de 82 niñas de Chibok al gobierno. La operación nos llevó dos días por el mal tiempo y algunos contratiempos sobre la marcha, pero estamos muy contentos de que 82 niñas muy pronto vayan a ser reunidas con sus familias”, explicó Aleksandra Mosimann, portavoz del CICR.

Su caso generó la condena mundial, surgiendo la campaña “Devuelvan a nuestras niñas”.

Y es que se trataba de 270 adolescentes, muchas de ellas cristianas, que se encontraban estudiando en una escuela en Chibok, al noreste de Nigeria, cuando fueron secuestradas por el grupo Boko Haram en abril del 2014.

En un video, el dirigente de esa organización, que pretende instaurar un gobierno islamista, anunciaba entonces que serían vendidas como esclavas.

En los días siguientes, 25 de ellas lograron escapar. El resto fueron presionadas para convertirse al islam y a casarse con sus secuestradores.

El año pasado las negociaciones permitieron la liberación de otras 21 jóvenes.

Pese a esta nueva liberación, ahora de 82 jóvenes, se estima que otras 100 integrantes de ese grupo aún siguen en manos de la facción yihadista..

Un drama que es común para muchos jóvenes de ese país.

“Aparte del grupo de Chibok, hay muchos otros menores allá, miles que hoy no están con sus familias por el conflicto armado que prosigue en el noroeste de Nigeria. También a ellos es necesario reunirlos con sus familias y espero que muchas más familias reciban la buena noticia que hoy reciben las familias de las 82 niñas”, concluyó Aleksandra Mosimann.

 

Con información de Juan José Alvarado

 

AAE