Hace 19 años murió Octavio Paz. Autor hispano imprescindible del siglo XX, Paz se reflejó en su obra con sesgo político, en su obra poética, ensayística, como traductor y editor, o en la gestión diplomática e incluso como documentalista en el inconcluso Arte de México, realizado con Carlos Fuentes.
Cada época nos obliga a pensar qué diálogo tenemos con las obras anteriores y eso pasa con la obra de Octavio Paz”, dijo el escritor Alberto Ruy Sánchez.
“En sus ensayos y en su poesía, una manera de interpretar el mundo con una extraordinaria capacidad de interrelación, con una puesta y apuesta absolutas por el presente irrepetible del instante, por una evaluación al mismo tiempo crítica pero también solidariamente mítica, amorosamente actual del papel del mexicano en su propio país y en su mundo”, añadió Hernán Bravo Varela, escritor.
Nacido el 31 de marzo de 1914, Octavio Paz puso atención a diversidad de temas. De la mano de Reyes, realizó su poesía germinal, así como su incursión en la crítica. Estudiosos de su obra, encuentran una poesía casi ritual, una lírica donde la palabra es creadora y renovadora.
Su poesía lo mismo observa y escruta la historia inmediata como la que está por venir, la que aparece en los sueños, la que, de algún modo nos parece vagamente profética”, señaló el escritor Hernán Bravo Varela.
Alberto Ruy Sánchez, quien trabajó con Octavio Paz algunos años, recuerda la amistad que entabló con él.
Él era una persona que no se asumía como alguien te va a orientar, no asumía jerarquía autoritaria sobre la persona. Le gustaba discutir, no necesariamente tener razón, y eso él en privado era muy abierto a las ideas contrarias”.
Premio Nobel de Literatura 1990, algunas de sus obras son ¿Águila o sol?, Árbol adentro, El arco y la lira, El laberinto de la soledad, Blanco, El ogro filantrópico y Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe.
Está el enorme capítulo que constituye Piedra de sol, una construcción o una arquitectura poética portentosa escrita en el metro mayor de la lengua, en decasílabo heredado de los italianos, pero que también, desde mi punto de vista, constituye quizá la última gran obra del surrealismo en cualquier lengua”, agregó Hernán Bravo Varela.
Octavio Paz tenía 84 años cuando murió de cáncer en los huesos, el 19 de abril de 1998.
La obra está viva mientras tenga lectores”, concluyó el escritor Alberto Ruy Sánchez.
Con información de Mario Villanueva
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