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ECOLOGíA

El vínculo económico de México y EU no puede ser cambiado abruptamente por Trump

El poder de Donald Trump para modificar los lazos comerciales entre México y los Estados Unidos podría estar sobrestimado.

Sin duda, el presidente de Estados Unidos cuenta con el recurso legal para imponer tarifas arancelarias discriminatorias a México, de acuerdo al Código de Comercio Estadounidense en su sección 301.

Ante esto, las empresas afectadas podrían recurrir a los tribunales americanos o a la Organización Mundial de Comercio para tratar de esquivar estos impuestos discriminatorios.

Este recurso obligaría a la administración de Donald Trump a acompañar estos impuestos discriminatorios con leyes secundarias que respalden su implementación. Estas leyes secundarias necesitarían ser aprobadas por el Congreso de los Estados Unidos, lo que representa una limitación legal al poder de acción de Donald Trump.

La vinculación económica entre México y Estados Unidos también es una limitante a las propuestas de Trump y es que ésta no sólo importa a nuestra nación.

El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, ha asegurado que renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) es una de las prioridades de su gobierno. Recientemente añadió que ajustarlo traerá beneficios para México.

De acuerdo a los datos publicados por U.S. Census Bureau, durante el mes de enero de 2017 México fue el tercer socio comercial de Estados Unidos con un volumen de comercio total de 43 mil millones de dólares, es decir, el 14.2% del total del comercio de EU en ese mes.

Los mercados se están empezando a dar cuenta que la capacidad real de Donald Trump como presidente de Estados Unidos de transformar la relación con México es menos de lo que se pensaba por una razón jurídica, o sea, que no tiene facultades para cambiar, y una razón económica de, en los hechos, de que Estados Unidos le es benéfica la relación con México”, dijo Luis de la Calle, director de De la Calle, Mancera y Asociados.

Aunque la coyuntura económica no se antoja fácil para la economía nacional.

Vemos un horizonte nada halagüeño para el consumidor, para la familia mexicana por una contracción en las remesas, aumenta la inflación por el gasolinazo, vía tarjeta de crédito va a pagar más el consumidor por el aumento en la tasa de interés y una posible pérdida de empleo si los capitales salen”, advirtió Ignacio Martínez, coordinador del Laboratorio de Análisis, Comercio, Económico y Negocios de la UNAM.

Sin embargo, las autoridades mexicanas cuentan con algunos instrumentos para sortear los retos externos que se le presentan.

Muestra de ello es el tipo de cambio; éste ha comenzado ya un proceso de reversión. Esta apreciación del peso frente al dólar fue provocada por el anuncio del Banco de México para llevar a cabo subastas para la venta de coberturas cambiarias.

Sin duda, este anunció contribuyó a reducir la incertidumbre en el mercado cambiario, provocada principalmente por el discurso proteccionista de Donald Trump.

Por otra parte, el incremento en las tasas de interés en México, que se ubican en 6.25 desde el pasado 9 de febrero, y atribuirle al comienzo del proceso de normalización de tasas por parte de la Reserva Federal Estadounidense, servirá como un freno a la salida de capitales de la economía mexicana al ofrecerse rendimientos más sustanciosos.

Banco de México necesariamente va a tener que mover su tasa de interés para paliar la posible salida de capitales que abandonen la economía mexicana a raíz de que en Estados Unidos pueden darse estos beneficios fiscales que ofrezca el gobierno de Trump”, dijo Ignacio Martínez, coordinador del Laboratorio de Análisis, Comercio, Economía y Negocios de la UNAM.

La victoria de Donald Trump dejó expuesta la fragilidad del comercio internacional. Reconocer esta fragilidad es el primer paso para establecer las medidas que blinden al sector exterior de cara a futuros choques.

Es un ‘Wake up call’, una llamada para que empiece a desarrollar nuevos caminos que no sea una dependencia de los Estados Unidos sino alrededor de su mercado, América Latina, Asia, Medio Oriente, otras áreas que pueden desarrollar nuevos consumidores”, agregó Heidi Smith, coordinador de la Maestría en Políticas Públicas de la Universidad Iberoamericana.

La renegociación del TLCAN sin duda abre una puerta de oportunidad para que México mejore las condiciones con las que comerciamos día a día con los Estados Unidos, pero esta renegociación debiera acompañarse además de acciones que fomenten la desconcentración del comercio y de la inversión e impulsen a la productividad de la industria nacional y aseguren el Estado de Derecho.

El 90 por ciento del éxito de México con respecto a Donald Trump depende de lo que hagamos los mexicanos y 10 por ciento de lo que podamos negociar con los Estados Unidos”, concluyó Luis de la Calle.

 

Con información de Carlos Ibarra
VM,