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DEBATES Y ENTREVISTAS

¿Crisis humanitaria en México?

Ser migrante es ser vulnerable. Diariamente miles de migrantes africanos y haitianos viajan con lo indispensable por una ruta peligrosa para llegar a Baja California, México porque no hay condiciones para vivir en sus lugares de origen.

La situación geográfica de Baja California lo coloca como un estado con gran flujo migratorio. Comparte 233.4 kilómetros de frontera con Estados Unidos y es por ese trayecto que miles llegan a diario.

De mayo a finales de diciembre, el Instituto Nacional de Migración ha contabilizado a más de 18 mil migrantes transcontinentales que han viajado por meses para intentar llegar a Estados Unidos. Cuando llegan a Tijuana, tienen necesidades de alimento y hospedaje.

Migrantes duermen en las calles de Tijuana en espera para tramitar su solicitud de asilo político a Estados Unidos.

¿Qué es una crisis humanitaria?

Un evento o una serie de eventos que representa una amenaza crítica a la salud, resguardo, seguridad o bienestar de una comunidad o algún otro grupo numeroso de gente, en algún lugar específico.

¿Por qué Tijuana? ¿Por qué Mexicali?

Porque ahí se encuentra la garita para cruzar a pie a Estados Unidos. Un puente, miles de migrantes.

Todos los días se asignan 50 citas para ser entrevistados por las autoridades norteamericanas en una oficina de migración. En esa cita expondrán sus motivos para solicitar asilo en EE. UU. El problema es que hay mucha más demanda de citas que citas, así que se reparten fichas para tomar un turno posterior porque no se dan abasto en las oficinas de migración. Cada migrante puede esperar meses antes de obtener su cita en migración, pero el hecho de tener la cita no es garantía que le darán permiso de residencia en Estados Unidos.

Por un lado, los migrantes africanos

Hablemos de quienes cruzan el Océano Atlántico. Desde mayo del 2016 miles de migrantes provenientes de distintos países africanos, especialmente de Angola, Burkina Faso, Camerún, Costa de Marfil, Etiopía, Eritrea, Ghana, Guinea-Bisáu, Mali, Senegal, Somalia, Sudán, República del Congo y República Democrática del Congo.

Estas son estimaciones, ya que es difícil saber de dónde es cada migrante. La mayoría oculta su país de origen o miente para que las autoridades no logren reubicarlo y así, deportarlo. No obstante se cree que hay, en su mayoría, migrantes africanos de Camerún y Ghaneses.

Desde comienzos del 2016 han llegado cerca de 7 mil 882 africanos y asiáticos a las oficinas migratorias mexicanas. Esto representa 86% más que en 2015.

Ahora es mucho más difícil para los migrantes africanos llegar a Europa, así que optan por migrar a Estados Unidos cruzando por el Atlántico. Llegan a Brasil y de Brasil  se transportan por tierra en un viaje que llega a tomarles hasta 7 meses hasta llegar a tierras mexicanas.

Migrantes buscan donde dormir en Tijuana

Por otro lado, los migrantes haitianos

La mayoría de los migrantes en Baja California, provienen de Haití. Miles de haitianos están llegando a México porque su país está sumido en una gran crisis desde hace algunos años. Después del terremoto que destruyó gran parte de Haití en 2010 y el huracán que azotó la isla cuando aún no se había recuperado, la mayoría opta por migrar.

Al igual que los africanos, la mayoría llega por Brasil. Antes de la crisis política y económica en Brasil, habían viajado a ese país a trabajar en la construcción de los estadios olímpicos y otros empleos relacionados con los Juegos Olímpicos de Río 2016.

Los haitianos se hacen pasar por congoleños, aprovechando que hablan francés. Al hacerse pasar por congoleños reducen las posibilidades de deportación. Como no se puede comprobar su nacionalidad, les dan un oficio de salida que les otorga salvaguarda legal. A esto se suma otro problema: las cifras de detenidos africanos por parte de las autoridades migratorias están equivocadas, porque incluyen un porcentaje considerable de haitianos.

Haitianos, africanos, mexicanos o asiáticos, algo es seguro: Tijuana no puede con todos.
Las oficinas de migración se encuentran rebasadas, al igual que los albergues y los comedores comunitarios.

¿…y la población local?

La situación con los migrantes en Baja California es como una liga que está estirándose. No ha habido, hasta ahora, ningún brote de violencia ni xenofobia hacia la presencia de extranjeros, pero la estabilidad es bastante frágil.

Algunos pequeños comercios ya están contratando a empleados migrantes, porque como las esperas son largas y viaje es costoso, algunos se están quedando sin dinero, otros aún tienen lo suficiente para vivir. Las fondas locales ya están cocinando comida haitiana o africana.

Mientras que cada vez se refuerza más la seguridad en la frontera y cada vez reducen más la cantidad de citas en las oficinas de migración, podemos tener la certeza de que todo será aún más estricto cuando entre en funciones Donald Trump. Por ahora, hay migrantes haciendo “cruces de pánico”. A finales de año suelen decrecer los números de migración, pero en el 2016 no ha sido así.

Esto provocará más cruces ilegales en distintos puntos de la frontera por parte de los nuevos migrantes africanos y haitianos, quienes, a diferencia de los migrantes de América Latina (continental) carecen de experiencia, es decir, nadie les dice qué calzado usar, cómo prepararse para llevar agua, comida y otros consejos de supervivencia básica. Poco a poco, haitianos y africanos empiezan a cruzar por Sonora, Chihuahua y Tamaulipas.

A estos migrantes hay que sumarle los migrantes mexicanos que también se están quedando en Tijuana.

Los mexicanos que no vuelven a casa

De los más de 60 mil mexicanos repatriados de EE.UU., el 20% se queda en Baja California (más los migrantes que están llegando a diario provenientes de Haití y algunos países de África).

Mexicanos se forman en las oficinas de migración para intentar obtener su visa.

¿Qué está pasando en las ciudades de origen de todos estos mexicanos? Estamos ante un escenario claro: se van de sus ciudades para no volver, y ante la deportación, prefieren el cambio de estado, que volver a sus hogares. La mayoría de los migrantes mexicanos esperan para cruzar a Estados Unidos en Baja California, son de Guerrero y Michoacán, estados de tierra caliente que ahora son focos de violencia por el narcotráfico en el país.

Hasta ahora, sabemos lo siguiente:
No hay suficientes recursos.
No hay suficientes albergues.
…y la política migratoria de Estados Unidos está por cambiar drásticamente.

México está poco preparado para esta situación y todo apunta a que, más bien, deberíamos de estar tomando medidas pertinentes como abrir más refugios, otorgar apoyos laborales y clases de idiomas. Históricamente la migración ha ayudado a los países a crecer.

Aún así, a estas alturas no sirve de mucho preguntarnos si Tijuana y toda Baja California puede con tantos migrantes. La gran cuestión es ¿las autoridades federales se están tomando esta situación en serio?, ¿cómo podemos hacer para integrar y cómo ayudar a todos esos migrantes?

México tiene una historia muy grande de solidaridad con los refugiados ¿hará honor a ella?