El pasado martes 13 en el oeste de la capital británica se incendió una torre de departamentos Grenfell, en la que vivían cerca de 500 personas.
Los que se encontraban ahí estaban desesperados por querer salir pero sobre todo por salvar a los niños, niñas y bebés. Es el caso de una mujer que tenía a su hijo en brazos. Un testigo narró que vio como la mujer hacía señales pidiendo ayuda, desde la ventana del décimo piso, mientras sostenía a su bebé.
Estaba a punto de arrojar a su bebé y pedía que alguien pudiera tomarlo”, declaró el testigo a la BBC.
Por suerte, un hombre alcanzó a distinguir las señales y cuando la mujer lanzó a su pequeño él logró atraparlo en la calle. De esa manera el bebé se pudo salvar del fatal incendio que ya ha dejado al menos 12 muertos y centenares de heridos.
Otro testigo de la terrible tragedia declaró a la BBC que las personas desesperadas por querer salvar a sus hijos los lanzaban aunque los bomberos les pedían que guardarán la calma y se quedaran en donde estaban. Ellos gritaban una y otra vez:
Sólo salven a mis hijos, sólo salven a mis hijos”
