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ECOLOGíA

Cómo fue que esta famosa selfie arruinó la carrera de un fotógrafo profesional

Es muy probable que en los últimos seis años te hayas topado con la imagen de arriba. Se trata de la famosa “monkey selfie“, una de varias fotos capturadas por un macaco negro crestado con una cámara profesional.

Estos autorretratos le dieron la vuelta al mundo, no solo en medios de conservación ambiental, también en las grandes publicaciones internacionales. A su vez, las fotos generaron conciencia sobre los peligros que enfrentaba el macaco en Indonesia, una especie en peligro crítico de extinción.

A pesar de su fama, las imágenes tuvieron un efecto secundario desagradable para Dave Slater, el laureado fotógrafo británico que se atribuyó como dueño de los derechos de autor detrás de las selfies. Varios años después de su encuentro con los monos, ahora afirma que está en la ruina económica y contemplando un cambio de carrera.

Simplemente no estoy motivado para salir otra vez y tomar más fotos. He gastado miles y miles de libras en abogados, estoy perdiendo ingresos y me está deprimiendo. Cuando pienso en toda la situación, realmente no creo que valga la pena. Todo lo que hice para tratar de destacar la difícil situación de los monos ha destruido mi vida privada. Mi vida está arruinada.”

¿Cómo es que el creador de una de las imágenes más famosas en la fotografía ambiental de los últimos años fue a caer en tal agujero?

Todo empezó en 2008, cuando Slater viajó a las junglas de Indonesia para capturar con su cámara a varias especies amenazadas, incluyendo el macaca nigra, una especie de primate que solo puede encontrarse en dos islas de este país del sudeste asiático.

Antes del viaje había escasos registros fotgráficos del elusivo macaco negro, por lo que bastante fue la emoción del fotógrafo y su guía cuando se toparon con un grupo de veinte monos jugando entre los árboles.

Después de un día en el que se ganó la confianza de los macacos, Slater hizo todo lo posible por tomarse un autorretrato con ellos (el término “selfie” aún no se había popularizado en aquellos tiempos).

Ya que la tarea no fue tan sencilla, al fotógrafo se le ocurrió una idea. Al ver que los primates estaban obsesionados con tocar sus pertenencias, incluyendo su cámara, Slater pensó en montar la cámara para que los monos pudieran tomarse ellos mismos las imágenes.

Uno de los motivos por los que Slater justificaba tener posesión de los derechos sobre las imágenes es que él mismo pensó en el ángulo, el tipo de lente, la hora del día para tener mejor luz, y claro la idea creativa de dejar que los primates se tomaran las fotos con el fin de obtener una foto más extraordinaria.

Y así fue. Nunca antes el mundo había visto un close-up tan detallado del macaco negro crestado.

Cuando regresó al Reino Unido, Slater pudo cubrir los costos del viaje a Indonesia con el dinero que ganó al vender las fotos a una agencia de noticias. Pero uno pensaría que hoy el fotógrafo estaría cobrando las regalías gracias a la creciente popularidad de la selfie y el hecho de que sus imágenes del macaco habían sido publicadas en medios de todo el mundo (incluyendo Noticieros Televisa) aproximadamente 50 millones de veces.

Pero no.

(Autorretrato. Daily Mail, dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=15745328

Los problemas de Slater empezaron cuando un blog de tecnología llamado Techdirt y Wikipedia publicaron la monkey selfie en sus sitios sin el permiso del dueño de los derechos. Esto lo hicieron bajo el argumento de que las imágenes deberían ser del dominio público, ya que el auténtico creador de las fotos no era Slater sino el macaco y un animal no puede ser dueño de propiedad intelectual.

Slater le pidió a Wikipedia que bajara la imagen de los archivos de Wikimedia Commons. Este sitio solo acepta y publica contenido que está libre de derechos de autor, por lo que proporciona un camino sencillo para que cualquiera pueda publicar contenido en donde sea sin tener que lidiar con las exigencias de un creador.

El hecho de que sus famosas imágenes fueran encontradas en Wikimedia Commons implicaba una pérdida ecónomica sustancial para Slater, por lo que el fotógrafo demandó a Wikipedia ya que esto representaba un ataque a su manera de ganarse la vida.

Por si fuera poco, Slater publicó un libro de su trabajo fotográfico, el cual incluía las selfies del macaco. Este acto despertó la ira de PETA -la polémica organización caritativa de protección animal- y demandó a Slater a nombre del mono.

PETA exigía que el macaco debería ser dueño de los derechos. Por si fuera poco, la organización también se quiso asumir como administrador de los fondos recaudados por la imagen del macaco, con la promesa de que estos ingresos serían invertidos en campañas de protección de los primates.

PETA perdió el caso cuando el juez dictó que un animal no podía ser dueño de propiedad intelectual, aunque la organización apeló el veredicto.

Estaba siendo demandado por un mono. He tenido casi dos años para acostumbrarme, pero todavía es bastante surreal.”

Por falta de recursos, Slater no pudo viajar del Reino Unido a California hace una semana para asistir a la primera audiencia de apelación, aunque su abogado dice tener confianza en ganar el caso.

Tanto la demanda de PETA como la pérdida de ingresos por el estado de sus fotos en el dominio público han contribuido a dejar a Slater en la ruina económica. Más aún, los problemas legales lo han privado de su pasión por la fotografía de conservación ambiental.

La magia se ha ido. Saco mi cámara de vez en cuando para tratar de recuperar la alegría, pero no puedo hacerlo. Este era mi sustento. No buscaba ganar mucho dinero; sólo quería un salario justo por mi trabajo, algo para dejarle a nuestra hija.”

A pesar del estrés, los problemas económicos, las acusaciones de avaricia y el maltrato de su obra, Slater dijo que no se arrepiente de haber encontrado a este grupo de primates hace casi diez años:

Ha valido la pena porque esa foto es lo mejor que le ha pasado a esos monos. Sin toda la atención, probablemente estarían extintos ahora como especie. Los nativos solían asarlos y comérselos. Ahora los aman y los llaman monkey selfies.”

Via Daily Mail.