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HISTORIA

Resuelven misterio detrás de las cabezas de la Isla de Pascua

Un grupo de investigadores dice haber descubierto uno de los tantos misterios que rodean a las enormes cabezas de la Isla de Pascua.

La Isla de Pascua, a más de 3 mil 700 kilómetros de la costa de Chile, es habitada por miles de enormes cabezas talladas por los polinesios que llegaron por primera vez a Rapa Nui (como se le llama a a la isla en la lengua local) hace aproximadamente 900 años.

Al principio, estas misteriosas cabezas de varias toneladas de peso y cuyo cuerpo pareciera estar enterrado en el suelo, podrían encontrarse en puntos aleatorios de la isla. Sin embargo, un grupo de investigadores cree haber encontrado una lógica en el acomodo de estos monumentos.

Todas las cabezas parecen encontrarse cerca de fuentes de agua dulce.

Al estudiar la ubicación de cada estatua o moai, así como las plataformas sobre las que descansan muchas de ellas, conocidas como ahus, se descubrió la posible lógica de su acomodo.

Se cree que cada una representa ancestros importantes y que hay por lo menos 300 ahus y casi mil moais en todo Rapa Nui.

Las conclusiones de los investigadores fueron publicadas en la revista de divulgación científica PLOS One, donde Carl Lipo, profesor de antropología de la Universidad de Binghamton, Nueva York, indicó que saber dónde se encuentran las cabezas ayudará a conocer mejor a las personas que habitaron la isla y sus motivos para construir los enormes monumentos a costa de los limitados recursos naturales de su hogar.

Fila de estatuas moai de Rapa Nui (Pexels).

Ese conocimiento nos dirá algo sobre cómo las primeras personas de Rapa Nui usaron el paisaje y lo que consideraron importante”.

Los investigadores de al menos seis instituciones estadounidenses barrieron la zona oriental de la isla para identificar en qué puntos los pobladores solían sembrar cultivos, pescar o conseguir agua dulce.

Al haber poca agua potable en la isla, los antiguos polinesios pudieron haber colocado las cabezas de piedra para marcar los puntos donde habían fuentes disponibles.

En Rapa Nui existen muy pocos arroyos y casi ningún manantial, por lo que la búsqueda de fuentes de agua dulce se volvió primordial para asegurar la supervivencia de los primeros habitantes.

Lipo explica que el agua dulce saldría entre la costa y el océano en un arroyo y que eso explicaba la alta concentración de moai y ahu a lo largo de la costa.

Otras estatuas fueron halladas cerca de las cuevas donde el agua dulce había sido encontrada.

Lipo indica que las estatuas no fueron talladas con fines meramente ceremoniales, sino que cumplían un papel fundamental para la supervivencia de todos los habitantes de Rapa Nui.