Fue en la víspera de Navidad cuando una casita del árbol cayó sobre un niño de 4 años en Texas, Estados Unidos. El menor perdió la vida.
El menor se llamaba Kade Contreras y se encontraba jugando en el patio de sus familiares cuando una casita del árbol se desplomó y lo aplastó. Era el menor de 4 hermanos.
La muerte no fue instantánea, el menor pasó varios días hospitalizado, fue el miércoles pasado que la madre anunció que el niño había perdido la vida en el centro médico Memorial Hermann de Houston.
La madre dijo:
“Nuestro dulce niño se fue con Jesús hoy a las 4:18 pm. Estoy tratando con mucho esfuerzo de evitar los porqués, porque nunca lo sabré”
Y añadió:
“Lo único que sé es que fuimos muy bendecidos al ser los padres de Kade Dylan. Mis días nunca serán los mismos sin él, su vocecita y su gran sonrisa”
Después del accidente, los familiares y amigos pidieron orar por la recuperación de Kade. No funcionó pues el pequeño no tenía funciones cerebrales.
El jefe de la Policía y amigo de la familia, Rex Evans, agradeció a todos por su apoyo y les pidió que mantuvieran su fe:
“No tenemos idea de lo que Dios planea para ninguno de nosotros, ni por qué”
