En Alberta, Canadá, una pareja heterosexual solicitó adoptar a un menor, sin embargo, la solicitud fue rechazada porque dejaron claro que no aceptarían a un “niño homosexual” debido a que eso va en contra de sus creencias religiosas.
El Departamento de Servicios para Niños y Familias, ante la conducta anti-LGBT, suspendió el proceso de adopción y la pareja comenzó un proceso legal para que se les permita adoptar, diciendo que están siendo discriminados por sus creencias religiosas.
El Centro de Justicia para las Libertades Constitucionales de Canadá, CJLC, organización legal que representa a la pareja dijo:
La carta de rechazo incluía un informe con la revisión del hogar que establecía que la pareja no debería de ser aprobada para adoptar pues no eran capaces de ‘ayudar’ a un niño con ‘problemas de identidad sexual’… La carta de rechazo no explicaba como es que la pareja no sería capaz de “ayudar” a un niño que valoran, aman y respetan.
La pareja considera poco razonable que suspendan el proceso de adopción e intentan por el camino legal seguir con la solicitud.
