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HISTORIA

Arqueólogos explican cómo se forjó la daga de meteorito de Tutankamón

Por años resultó un misterio, pero expertos en metalurgia acaban de revelar cómo lograron los herreros de la Edad de Bronce doblegar la fuerza del hierro espacial.

La daga hermosamente decorada encontrada por el arqueólogo inglés Howard Carter al interior de la tumba del rey Tutankamón en 1922, tiene una hoja hecha con hierro que no procede de este planeta, sino que proviene de un meteorito.

Este tipo de artefactos hechos con metales de origen espacial no son raros en la Edad de Bronce y esto fue un misterio por varios años, hasta que un estudio realizado por expertos metalúrgicos franceses reveló la verdad sobre este proceso.

La Edad de Bronce comenzó alrededor del año 3,300 antes de nuestra era y se originó principalmente en Asia. Durante este periodo que precedió a la Edad de Hierro, los herreros aprendieron a combinar cobre con estaño y crearon herramientas y armas de bronce.

Para ese entonces el hierro que provenía de las menas terrestres era imposible de forjar, ya que aún no existían ni las técnicas ni la tecnología para fundirlo. Sin embargo, el hierro de los meteoritos era más dócil, por lo que hacer objetos con él fue algo bastante común durante este periodo.

Además de ser un metal altamente escaso, el hierro de meteorito era fácil de forjar, por lo que los objetos que se hacían con este material eran reservados para los personajes más influyentes y poderosos de la época.

El hierro de meteorito fue usado para hacer armas y joyas hasta que llegó la Edad de Hierro y los herreros tuvieron los conocimientos necesarios para separar el mineral del hierro del metal y fundirlo para crear herramientas.

Casos en los que los artesanos de la Edad de Bronce crearon objetos de hierro han sido registrados en África y Asia, en especial en regiones que hoy ocupan Egipto, Siria, China y Turquía.

Para determinar el origen del metal usado en la daga de Tutankamón, especialistas del Centro Nacional de Desarrollo Científico de Francia liderados por Albert Jambon, analizaron la composición de la hoja en busca de altos niveles de níquel y cobalto (elementos presentes en meteoritos), con un espectómetro portátil fluorescente de rayos X.

Al contrario del metal de origen espacial, el hierro de la Tierra contiene menos cobalto y níquel, debido a que el níquel, que está más presente en el centro fundido de nuestro planeta, predomina sobre el cobalto.

Por esto y por las coincidencias con los análisis de hachas, dagas, cuchillos y ornamentos de la época previamente analizados por el equipo de Jambon, se determinó que la daga de Tutankamón tenía orígenes fuera de este mundo y que, de hecho, casi todos los objetos de hierro fabricados en la Edad de Bronce se hicieron con metales de origen espacial.

Puedes revisar el estudio completo aquí: Science Direct.