En las últimas semanas, decenas de mujeres de Hollywood denunciaron al productor de cine Harvey Weinstein por acoso sexual. Él ha negado todos los cargos, sin embargo, esto no impidió que fuera expulsado de la Academia de Hollywood.
Las historias por parte de las actrices no dejan de escucharse, han tomado el valor de denunciarlo y contar de qué manera intentó abusar de ellas.
Lupita Amondi Nyong´o, actriz nacida en México, se suma a la lista y narró para The New York Times de qué manera Weinstein le ofreció éxito a cambio de relaciones sexuales.
Ahora que esto se está discutiendo abiertamente, no he podido evitar que los recuerdos vuelvan a allanar. Me he sentido enferma con un dolor en la boca del estómago. Sentí tal arrebato de rabia que la experiencia que relato a continuación no fue un incidente único conmigo, sino más bien parte de un siniestro patrón de comportamiento.”
La actriz ganadora de un Óscar por su papel en 12 años de esclavitud cuenta varios episodios relacionados con propuestas sexuales. La primera vez que sucedió, el productor la llevó a su casa con engaños. Lupita dice:
Harvey me condujo a un dormitorio, su habitación, y me dijo que quería darme un masaje. Al principio pensé que estaba bromeando. No lo estaba. Por primera vez desde que lo conocí, me sentí insegura. Me entró un poco de pánico y pensé rápidamente en ofrecerle uno: me permitiría tener el control físico, saber exactamente dónde estaban sus manos en todo momento”.
Al negarse abrió la puerta y se paró junto al marco:
Se puso la camisa y volvió a mencionar lo terco que era. Estuve de acuerdo con una risa fácil, tratando de salir de la situación de manera segura. Después de todo, estaba en sus instalaciones, y los miembros de su hogar, los posibles testigos, estaban todos (estratégicamente, me parece ahora) en una sala insonorizada”.
Este fue el primer episodio pero no el único. En su testimonio para The New York Times platica que en otro momento el productor la invitó a cenar y en esta ocasión fue muy directo, le dijo Harvey a Lupita:
Vamos al grano. Tengo una habitación privada en el piso de arriba donde podemos disfrutar el resto de nuestra comida.”
Lupita narra que se quedó sorprendida. Le dijo que prefería comer en el restaurante, él insistió diciendo que no fuera ingenua, que si quería ser actriz tenía que estar dispuesta a hacer ese tipo de cosas.
Lupita agrega:
Me quedé en silencio por un tiempo antes de reunir el coraje para rechazar cortésmente su oferta. ‘No tienes idea de lo que estás pasando’, dijo. ‘Con el debido respeto, no podré dormir por la noche si hago lo que me pides, así que debo pasar’, respondí”.
La ganadora del Oscar cuenta que a partir de ese momento todo se volvió muy raro, que Harvey le empezó a decir que eran dos barcos que pasan la noche a lo que ella respondió:
Nunca había escuchado eso antes, así que recuerdo haberle preguntado qué significaba. ‘Significa solo eso’, dijo. ‘Somos dos barcos que van en dos direcciones diferentes’. ‘Sí, supongo que sí.’
Para finalizar le dijo el productor que ahí terminaban, que se podía ir. En su texto editorial, Lupita cerró con el siguiente mensaje:
Ahora que estamos hablando [de esto], nunca nos callemos sobre este tipo de cosas. Hablo para asegurarme de que este no es el tipo de mala conducta que merece una segunda oportunidad. Hablo para contribuir al final de la conspiración del silencio”.
