En Londres y muchas parte de Reino Unido se observaron apocalípticos cielos amarillos y un extrañísimo sol rojo.
Hubo diversas reacciones en el Reino Unido después de que los habitantes de diversas partes de la isla empezaran a observar un anormal cielo amarillo y un extrañísimo sol rojo.
(Tom Jacobs/Reuters)
Ante el peculiar fenómeno, diversos usuarios de redes sociales documentaron lo que estaban experimentando. Y más de uno citó el fin de los tiempos…
WTF ⁉️
APOCALIPSI NAAAAAAU#REDSUN #thenetherlands #PAZ pic.twitter.com/l7vsFtrP8w— Lisa Venditti (@LisaV3n) October 17, 2017
https://twitter.com/imageplotter/status/920211511397769216
Amazing sunset over Nottingham #RedSky pic.twitter.com/GvYd30qDFc
— The Incredible Moo (@incredible_moo) October 17, 2017
Algunos otros utilizaron el fenómeno para burlarse del líder laborista:
O para citar una escena memorable de Star Wars:
Some people thought it was the end of days… Me….I just heard John Williams and felt like @HamillHimself #REDSUN #RedSky #starwars pic.twitter.com/6bXZ4VGryI
— TheGeekManCave (@thegeekmancave) October 17, 2017
Finalmente, este sorprendente fenómeno no tiene nada que ver con el Apocalipsis. Aunque sí está relacionado con fenómenos naturales destructivos como los incendios que asolaron Galicia y Portugal el fin de semana.
(Tom Jacobs/Reuters)
Según los expertos, el huracán Ofelia -que llegó recientemente a las costas del Reino Unido- trajo consigo, en su trayectoria de sur a norte, arena del desierto Sahara y partículas de los incendios en la península ibérica.
El polvo que trajo el huracán quedó suspendido en la troposfera (es decir, la parte más baja de la atmósfera) arriba del Reino Unido y cambió la manera en que se percibe la luz del sol: al hacer que las ondas más cortas de luz azul se dispersen, la luz del sol aparece en tonalidades de rojo, naranja y amarillo. Y esto explica el peculiar fenómeno.
(Jim Wood/Barcroft Media)
El huracán también causó que subieran las temperaturas en el Reino Unido y que los coches amanecieran bañados en polvo.
Finalmente, éste no es el fin del mundo, pero el aumento en la intensidad de los huracanes, en las precipitaciones, las sequías y los incendios que causan son, sin duda, un síntoma de nuestra presencia en el planeta. El Calentamiento Global existe… y, a pesar de que lo siga negando Trump, cada día nos afecta más.
(Tom Jacobs/Reuters)
