Cuando el mundo se enteró que Lady Di o Diana Spencer se convertiría en la esposa del príncipe Carlos, uno de los solteros más codiciados, todo cambio de repente, las niñas imaginaron que si era posible convertirse en princesas, los paparazzi enloquecieron con la imagen bella y fresca de la muchacha y la familia real tuvo que lidiar, con el significado de lo que, a partir de entonces, tendría ser parte de la realeza.
“Lady D” como fue apodada la Princesa Diana se convirtió en un emblema de la década de los ochenta. (AP Images)
Diana Spencer nació en el seno de una familia acomodada, sin embargo, la separación de sus padres generó en ella temores y ansiedades. Sus detractores aseguraron incluso, que ella sufría de trastornos mentales, más en específico, bipolaridad y bulimia y que estos le habían atormentado durante toda su vida y logrado hacerla comportarse de forma errática, especialmente durante la época en que estuvo casada con el príncipe Charles.
La juventud y naturalidad de Diana cautivaron a las cámaras y al mundo (Foto: Tweeter)
Muchos factores contribuyeron a que Diana captara la atención de la prensa y de la gente del mundo entero, uno de ellos era la diferencia de edad que había entre ella y su prometido, mientras que Charles tenía 30 años, Spencer solo contaba con 19 al momento de contraer matrimonio.
Fuentes cercanas a la pareja insisten en que vivían una vida muy diferente a la que mostraban los medios (Getty Images)
La boda de esta pareja inusual fue uno de los acontecimientos más vistos en la historia de la televisión con más de 750 millones de televidentes siguiendo la transmisión, un golpe cultural donde alguien real se convirtió en parte de un mundo que, para la gran mayoría de las personas, parece algo abstracto, casi místico.
la boda de Carlos y Diana mostró la opulencia de la que es capaz la corona británica (AP Images)
Sin embargo, los acontecimientos tuvieron un dejo artificial, demasiado cuidado, vigilado en todo momento por las normas de conducta que rigen la aristocracia. Por ejemplo, Carlos tuvo que pedir permiso a su madre la reina Elizabeth para besar a Diana en público.
El beso entre Diana y Carlos tuvo que ser aprobado por la reina Elizabeth (AP Images)
“Lady Diana” o “Lady Di” capturó los corazones del pueblo británico y del mundo, era diferente, una miembro de la realeza que no tenia reparos en tocar a la gente común, que no temía ver a los ojos a alguien de su pueblo, miles atendían a sus apariciones públicas y, a diferencia del resto de la realeza, la gente no la veía con recelo si no con cariño. A la postre, adquirió el apodo de “La princesa del pueblo”.
La gente se entregaba a Diana en cada uno de sus actos públicos y ella correspondía ese cariño (AP Images)
El nacimiento de sus dos hijos, William y Henry representaron dos de los momentos más felices de la vida de Diana y sin embargo, acorde a biógrafos de Spencer, también significarían el inicio del distanciamiento con el príncipe heredero.
Diana y Carlos comenzaron a distanciarse debido a fuertes conflictos y supuestos problemas mentales de la princesa (Foto: hlntv)
El rompimiento entre Charles y Diana vino en 1996 con un divorció exprés por orden explícita de la reina. El peso de la constante invasión a su privacidad de parte de los medios y el viejo amorío que el príncipe mantuvo con Camilla, condesa de Cornualles desde antes de su matrimonio, lograron prevalecer sobre de su unión. El sueño había acabado y la exprincesa intentó desaparecer del ojo publico.
Su muerte en 1997 impactó al mundo entero, la gente se reunió para rendirle tributo a una persona que las había tocado de manera profunda. La única “realeza” verdadera para las masas y una persona que en definitiva, fue tratada con un escrutinio injusto y cuya existencia abandonó el mundo muy prontamente.
La gente manifestó su cariño a las puertas de palacio y en la ceremonia funeraria de la princesa Diana (AP Images)
El legado de Diana permanece hasta nuestros días, sus hijos algún día gobernaran el Reino Unido, sus obras de caridad se mantiene vigentes y su imagen como una persona que se negó a modificarse para adaptarse a los lineamientos de la corona están vivas como un ejemplo de princesa que no necesitaba de sangre real para ser realeza.
Exposición en donde se muestran fotografías de la vida de la princesa Diana (AP Images)
Texto por: Pablo Carrillo
Arte: Instagram/ @mel.zermeno
