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POLíTICA

Hoy, elecciones presidenciales en Francia

Este domingo se realiza la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Francia. Unos comicios insólitos por la cantidad de escándalos y acusaciones registradas en la campaña.

También porque en ellas se juega el futuro de Francia y también el de la Unión Europea.

A unas horas de los comicios, cuatro de los 11 candidatos van muy cerrados en las encuestas: un centrista, una de extrema derecha, un conservador y un izquierdista radical.

La candidata del Frente Nacional, Marine Le Pen, es quizá la más polémica. Quiere desmarcarse de la Unión Europea, a la que consideran un fracaso, y propone recuperar la soberanía nacional en las políticas económicas monetarias y territoriales.

Asegura que ya no hay sitios para los migrantes en Europa por el nivel de desempleo y déficit en los países del bloque, por lo que restaurará el control de las fronteras.

Advirtió que, de llegar a la Presidencia, convocará a un referéndum sobre la permanencia de Francia en la Unión Europea.

Marine Le Pen se presenta como la candidata del pueblo, pero sus ideas, dicen expertos, son populistas de extrema derecha. Xenófoba, excluyente y proteccionista, es considerada la versión francesa de Donald Trump; además ha asumido el riesgo de señalar lo musulmán como el gran enemigo interno.

Pero las propuestas de su contrincante más cercano, el centralista Emmanuel Macron, tampoco han eclipsado a los electores.

Renunció como ministro de Economía de François Hollande y se distanció del sistema de partidos tradicionales para crear su propio movimiento “En marcha”, desde el que lanzó su candidatura independiente. En poco tiempo ascendió en las encuestas. Pese a ello, su programa no ofrece grandes sorpresas.

Macron, quien fuera consultor de la banca Rothschild, propone liberalizar la economía, reducir impuestos a trabajadores y empresas, y vigilar que no haya fraudes en el subsidio el empleo. También propone un plan de inversiones dirigido a la industria, al sector energético, al transporte y al campo.

Respecto a la Unión Europea, defiende el mercado único y, en lo social, plantea una política más humana hacia los refugiados.

Pero para los analistas sólo es un aventurero político. La falta de consistencia en sus propuestas está haciendo ganar terreno a la extrema derecha.

François Fillon es el candidato conservador. Llega a la primera vuelta desacreditado por el escándalo de haber dado empleos ficticios a su esposa y dos hijos en el parlamento.

Antes de conocerse este caso, Fillon tenía el apoyo de gran parte de la población rural y católica, la misma que hoy está indecisa.

A pesar de ello, ha logrado mantener su candidatura y llega en el tercer puesto a la primera ronda.

Pero nada está dicho. A unas horas de los comicios el panorama era incierto.

Los franceses están divididos entre dos sectores liberales, conservadores, reaccionarios y los indecisos y abstencionistas que confirman el grupo más numeroso del electorado.

Llegan así a una primera vuela de unas elecciones inusuales y decisivas.

 

Con información de Margarita Solís
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