Asfixia, vómitos y espasmos musculares fueron los síntomas que presentaban las víctimas de un nuevo ataque químico registrado en Siria, ahora en la provincia de Idlib que se encuentra bajo control rebelde.
Estábamos durmiendo, de repente sentimos el ataque aéreo”, dijo un testigo del ataque.
“Estaba dormido cuando el avión de combate nos atacó. Salí con mi papá, pero me empezó a doler la cabeza. Me quedé dormido y cuando desperté ya estaba aquí”, añadió un niño víctima del ataque.
Aunque algunas organizaciones civiles señalan que hay más de 100 muertos, la cifra oficial hasta el momento es de 58, incluidos 11 niños y más de 200 heridos. El ataque fue confirmado por el Observatorio Sirio, así como por rescatistas de los Cascos Blancos y provocó la condena internacional.
Hoy todos estamos muy tristes, después de haber recibido la noticia de un horrendo ataque perpetrado en Idlib. Las armas químicas se usan para perpetrar los peores crímenes de guerra y quien sea responsable deberá rendir cuentas”, comentó Federica Mogherini, alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores.
“Bueno, yo estoy consternada por los informes de que ha habido un ataque con armas químicas en un pueblo al sur de Idlib, supuestamente realizado por el régimen sirio. Nosotros condenamos el uso de armas químicas en todas las circunstancias”, aseveró Theresa May, primera ministra británica.
Todos hemos visto los informes sobre el terrible ataque con armas químicas en Siria”, comentó Nikki Haley, embajadora de Estados Unidos en la ONU.
La oposición siria acusó al régimen, sin embargo, fuentes militares rechazaron la autoría del bombardeo, mientras que Moscú también negó su participación en el ataque.
La Casa Blanca acusó a Al Asad de la agresión, pero consideró que fue consecuencia de la debilidad de Barack Obama, ya que en 2012 estableció el uso de armas químicas como una línea roja que Asad no debía cruzar, y después no hizo nada.
La ONU ha acusado a todas las partes en el conflicto de usar agentes tóxicos como el cloro, el gas sarín y el gas mostaza. Este sería el ataque químico más letal desde el ocurrido en agosto de 2013 que provocó la muerte de 300 personas en la periferia de Damasco y tras el cual, Bashar al-Asad accedió a la destrucción de su arsenal químico.
En octubre de 2016, una investigación de la ONU determinó que las fuerzas gubernamentales habían usado armas químicas en tres ocasiones entre 2014 y 2015.
Mientras que Human Rights Watch denunció al menos ocho ataques con gas cloro realizados entre el 17 de noviembre y el 13 de diciembre de 2016, durante la liberación de Alepo.
Con información de Emmanuel Rosales
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