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POLíTICA

Guía para entender la crisis política en Corea del Sur

En muchos aspectos, Corea del Sur es considerada una de las naciones más estables del planeta. Con una economía pujante y en continuo crecimiento, un nivel educativo de excelencia y un alto nivel de vida, por años esta nación se mantuvo, en términos generales, bajo una prosperidad envidiable.

Hace unos meses esta calma comenzó a fragmentarse con la revelación de un escándalo de corrupción que incluso llevó a la destitución de la presidenta Park Geun-hye, desatando la que ya es considerada la mayor crisis política, económica y social en la historia democrática de Corea del Sur.

La presidenta de Corea del Sur fue destituida de manera unánime por el Tribunal Constitucional. (AP)

Para entender que pasó, debemos remontarnos a la relación que por décadas sostuvo Park Geun-hye con su amiga Choi Soon-sil.

La hija del guía espiritual

Park Geun-hye es hija de Park Chung-hee, militar que ocupó la presidencia surcoreana de 1961 a 1979. Cuando su mamá falleció en 1974, su padre conoció a Choi Tae-min, un monje budista convertido en pastor protestante que fundó La Iglesia de la Vida Eterna, secta que reúne elementos cristianos, animistas y budistas.

Choi Tae-min se volvió consejero espiritual del presidente. Aprovechando esta cercanía convenció a Park Geun-hye de que a través de él podría escuchar la voz de su madre muerta y se volvió su confidente.

No pasó mucho tiempo para que Park Geun-hye conociera

Los retratos del ex presidente surcoreano Park Chung-hee y su esposa Yuk Young-soo, padres de Park Geun-hye (Woohae Cho / Getty Images)

Tras el asesinato de Park Chung-hee, que puso fin a su mandato presidencial, Park Geun-hye siguió frecuentando a su guía espiritual y se volvió la mejor amiga de su hija Choi Soon-sil.

Más de 30 años después Park Geun-hye se convertiría en la primera mujer electa como presidenta de Corea del Sur. Durante todo ese tiempo Choi Soon-sil se mantuvo cercana a ella.

“La Rasputina”

Aún sin tener un cargo oficial, Choi Tae-min era la consejera vital de la presidenta Park Geun-hye.

Existía el rumor de que Choi tenía una marcada influencia sobre la mandataria, pero no se le prestó demasiada atención hasta que en una de sus computadoras se encontró información confidencial cuyo acceso solamente se permitía a la presidenta.

Choi Soon-sil, confidente de Park Geun-Hye, comparece en la Corte Central de Seúl en enero del 2017. (Chung Sung-Jun/Getty Images)

Una investigación confirmó que “la Rasputina surcoreana”, como se le empezó a conocer a Choi, editaba los discursos presidenciales, tenía acceso a documentos de gobierno, y usaba su cercanía e influencia con la presidenta para presionar a empresas surcoreanas (entre ellas Samsung) para que hicieran donativos a organizaciones de caridad que ella presidía. Todo esto sin formar parte oficial del gabinete presidencial, ni ostentar algún puesto que se lo permitiera.

En poco tiempo el escándalo estalló y Park pidió una disculpa pública, reconoció que Choi era su guía espiritual y que en efecto, tenía acceso a documentos oficiales, y le ayudaba a redactar y editar discursos presidenciales cuando legalmente no estaba autorizada para hacerlo.

La ex presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, pidió disculpas por el caso “Rasputina”. (AP)

También aceptó que su amiga influyó su opinión personal, pero insistió en que no había ningún delito en ello.

Puse mucha fe a nuestra amistad y no fui cuidadosa con lo que estaba pasando. Tengo el corazón roto. Sé que será difícil recupera la confianza del pueblo, y por eso siento mucha vergüenza”

Las consecuencias

Al investigar el caso, la Fiscalía Surcoreana descubrió que había desvío de fondos públicos hacia dos fundaciones lideradas por “La Rasputina”, a quien acusaron por extorsionar a empresas y llevar el dinero que supuestamente era para donaciones hacia sus cuentas personales. En octubre del 2016 fue encarcelada y ahora se le juzga por abuso de poder, soborno, coacción y tentativa de fraude.

Esta detención provocó efectos colaterales en otras empresas y dependencias inmiscuidas con el caso. Por ejemplo, Lee Jae-yong, vicepresidente de Samsung, fue detenido por malversación y soborno, y pese a negar su culpabilidad será sometido a un juicio en los próximos días.

Lee Jae-Yong, vicepresidente de Samsung, es interrogado el 12 de enero del 2017, por el escándalo de corrupción que llevó a la destitución de la presidenta Park Geun-hye. (Chung Sung-Jun/Getty Images)

La economía también resintió estas turbulencias, haciendo que la incertidumbre y miedo por una crisis entorpeciera las inversiones y negocios en el normalmente dinámico mercado surcoreano.

En las calles la sociedad se dividió y durante el invierno millones de personas salieron a las calles de las ciudades surcoreanas. Así como un sector pedía la destitución inmediata de Park, otro la defendía y pedían que concluyera su mandato, cuyo final estaba programado para diciembre del 2017.

Millones de personas pidieron la renuncia de la presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye. (Getty Images)

En diciembre del 2016, el Congreso surcoreano suspendió las funciones de la entonces presidenta y la Asamblea Nacional abrió en su contra un proceso de destitución que concluyó el 10 de marzo de 2017, con una votación unánime a favor de su salida.

Al perder su inmunidad presidencial, Park puede ser procesada judicialmente.

Protestas tras el veredicto del Tribunal Constitucional sobre la destitución de la presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye. (AP)

La destitución de Park Geun-hye fue ratificada por el Tribunal Constitucional. (AP)

La noticia de destitución fue celebrada por los manifestantes, quienes desde un día antes ya habían acampado en las cercanías al Tribunal. (AP)

Momentáneamente el poder recayó en el primer ministro Hwang Kyo-ahn.

El factor Corea del Norte

Como nunca antes, Corea del Sur se encuentra vulnerable ante Corea del Norte, nación con la que por décadas ha tenido una confrontación abierta.

El miedo es que Pionyang saque partido de la debilidad e incertidumbre que de momento impera en sus vecinos del sur. Dicho temor aumentó con las pruebas de misiles realizadas por el gobierno de Kim Jong-un y que muchos toman como una clara provocación.

Por lo pronto en Corea del Sur las autoridades militares han reforzado la seguridad en puntos claves y a pesar de la crisis interna que viven, buscan no descuidarse en materia de seguridad. Estados Unidos también ha enviado tropas a la península coreana para frenar cualquier tipo de ofensiva norcoreana.

¿Qué sigue?

En mayo deberán celebrarse elecciones presidenciales en donde la oposición, encabezada por Moon Jae-in, buscará aprovechar la crisis y ponerle fin a la hegemonía que por una década tuvo el sector conservador en el poder. Aunque su índice de popularidad antes del escándalo era del 30 por ciento, el descontento por lo ocurrido podrían acercarlos a una victoria en los comicios.

Sólo el tiempo dirá si esta crisis sólo es un bache pasajero, o si terminará desviando a este país lejos del futuro dorado al que parecía destinado.

Miles de coreanos tomaron las calles de Seúl para protestar contra Park Geun-Hye en noviembre del 2016 (Michael Heiman/Getty Images)