El 9 de marzo de 1902 nació, en Guadalajara, Jalisco, Luis Barragán Morfín, quien se convertiría en uno de los arquitectos mexicanos más destacados del siglo XX.
La obra de Barragán es un referente obligatorio para los estudiantes de arquitectura.
Faro del Comercio, Monterrey, Nuevo León. (Getty Images)
Luis Barragán revolucionó la arquitectura moderna con obras como la Casa Barragán, la Capilla de las Capuchinas, el Faro de Comercio, en la Macroplaza de Monterrey, y la Casa Gilardi, entre otras.
El interés de Barragán por la arquitectura del paisaje empezó en 1925, cuando viajó dos años por Europa, donde se impresionó de la belleza de los jardines de las ciudades que visitó y recibió importantes influencias de la cultura mediterránea, musulmana.
Cubo de luz en la Casa Barragán, en la Ciudad de México. (AP, archivo)
La atmósfera de los jardines marcó su obra de arquitectura, integrando a la línea recta y sólida de sus muros, patios interiores abiertos al cielo.
Con una trayectoria construida de más de 30 obras, la combinación entre los colores vivos y la serenidad de los jardines, le valió ganar en 1980 el Premio Pritzker, en 1985 el Premio Jalisco y un año antes de su muerte, en 1988, recibió en México el Premio Nacional de Arquitectura.
Detalle del jardín interior en la Casa Barragán. (Getty Images)
Barragán es el único arquitecto mexicano en haber conseguido el Premio Pritzker, en 1980.
Luces y sombras en la obra de Barragán. (Getty Images)
El Pritzker es el premio más importante en el mundo de la arquitectura, un reconocimiento al talento y a la vocación de servicio. Lo han recibido arquitectos imprescindibles en la historia de la especialidad.
En 1980, el segundo año en que se entregaba, el galardonado fue Luis Barragán. Entonces, Jay Pritzker afirmó que la obra de Barragán es “un acto sublime de imaginación poética”.
Además de sus obras mismas, una de las formas más efectivas para conocer el sello distintivo de su estilo está en el discurso que pronunció al recibir el premio. “En proporción alarmante han desaparecido en las publicaciones dedicadas a la arquitectura las palabras belleza, inspiración, embrujo, magia, sortilegio, encantamiento y también otras como serenidad, silencio, intimidad y asombro. Todas ellas han encontrado amorosa acogida en mi alma, y si estoy lejos de pretender haberles hecho plena justicia en mi obra, no por eso han dejado de ser mi faro.”
Luis Barragán. (Twitter, @NTelevisa_com)
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